EL PSOE, a través de sus dirigentes locales y provinciales no para de decir que la Junta está ayudando más que nunca a Cádiz. O sea, que está ayudando algo, porque lo que es años atrás, en comparación con otras provincias, ni contar…

Pues muy bien, es vuestra obligación y nuestro dinero, no el de ustedes.

El PP, tras la llegada de Zapatero, quiere pero no puede, y además le zancadillean. El ánimo democrático de los socialistas no pasa por aceptar que en la capital, en San Fernando, El Puerto, Chiclana, Puerto Real y alguna que otra población más, o sea, en lo más granado de nuestra provincia, vamos, no toquen bola. Esto es superior a sus fuerzas. Y también a las del PP, que conste, cuando les llega la hora de mandar. No se conforman con dirigir en aquéllas poblaciones donde los votantes les han puesto, sino que, además, también quieren humillar con sus inauguraciones.

Aquí en Cádiz tenemos el lamentable espectáculo del pasado miércoles cuando la entrega de llaves de la nueva Casa de Viudas, de la Fundación Fragela. La alcaldesa de Cádiz tuvo que intervenir "de sorpresa" y hasta declarar que se le ha ninguneado en la nueva residencia, que quiérase o no tendrá que contar con ella para sostener su mantenimiento. Al parecer, el presidente Chaves, posteriormente, cruzó con ellas algunas palabras para dejar las cosas en su sitio y no perderle el respeto al Ayuntamiento. Pero pasó.

Por ello me veo en la obligación de hacerme portavoz de la mayoría de los ciudadanos y pedir que no se reproduzcan más peleas entre las instituciones, que a los gaditanos, a la mayoría, nos da igual quién haga las obras, quién las inaugure, nos da exactamente igual, lo que queremos es que se hagan. Levanto la voz para que se acaben las puñaladas por la espalda, las malas maneras y modales y unos y otros, Ayuntamiento, Junta y Estado miren a Cádiz por encima de las banderas y no tengamos que escuchar más desde fuera "¿qué pasa en Cádiz?", cuando se enteran y conocen situaciones tan dispares.