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Cádiz

La oposición toma el mando del Pleno

  • PSOE, PP y Ciudadanos votan en contra de la propuesta de adhesión al Pacto Social por el Agua por las dudas generadas por la participación de Luis Babiano como gerente de AEOPAS

La nueva era de la política se dio ayer de bruces con la realidad. La composición del salón de plenos del Ayuntamiento de Cádiz tras las elecciones del pasado 24 de mayo y la formación del equipo de Gobierno fruto del pacto entre Por Cádiz sí se puede y Ganar Cádiz en Común ya mostraba por dónde iba a respirar la vida municipal. Las cuentas no salen cuando 10 concejales son los encargados de dirigir los designios de la ciudad y 17 forman la oposición. Si no hay acuerdos, no hay mayoría. Y, en muchas ocasiones, la mayoría está fuera del poder. 

 

El camino andado en los dos meses y medio de mandato de José María González ha servido para dar varias muestras de la inestabilidad de la institución local, con los ejemplos del Pleno de organización o la formación de los consejos de administración de las empresas municipales. Ayer se demostró que las matemáticas no engañan. Y como no mienten, el equipo de Gobierno se dio cuenta de que va a recibir el mandato de  realizar proyectos que no estaban dentro de sus planes, mientras que algunas de sus propuestas se van a ver tumbadas a menos que sean capaces de llegar a un entendimiento con el resto de grupos. Una dinámica que solo ha comenzado a tomar forma, pero que puede dinamitar la política municipal. 

 

El primer Pleno ordinario de la legislatura sirvió para que los ediles fueran tomando posiciones. Una adaptación al terreno que para los que ya están curtidos ha sido mucho más rápido, mientras que los inexpertos van sufrir de lo lindo en la pelea. 

 

Ya en el inicio de la sesión, antes de comenzarse a debatir el primer punto del día, un ciudadano irrumpió para dirigirse al alcalde a partir de las declaraciones de González Santos contra el PSOE. El primer edil, que iba a iniciar el Pleno, tuvo que darle la palabra. Esta persona le dijo que el "régimen" le había permitido poder estudiar en la Universidad o acogerse a la Ley del Divorcio. Todo para pedirle que "trabaje por el pueblo de Cádiz en vez de sacar titulares". Una anécdota que se suma a las formas que protagonizaron el final del anterior mandato. 

 

Las dudas llegaron al Gobierno local con el primer revés que le infligió la oposición al derribar su moción para la firma del Pacto Social por el Agua, que hubiera implicado la salida de la empresa municipal Aguas de Cádiz de la operadora ASA Andalucía para integrarse a AEOPAS. El principal motivo de la discrepancia fue que el gerente de esta asociación es Luis Babiano. Fue el portavoz del PSOE, Fran González, el que sacó este nombre a la palestra por su vinculación a Podemos y su participación como asesor en la conversaciones entre los socialistas y Por Cádiz sí se puede para sacar adelante la investidura de González Santos. De hecho, el edil socialista denunció que se pretendía "crear un entramado entre amigos, compañeros y afines a su organización". 

 

El nombre de Babiano provocó los titubeos de la segunda teniente de alcalde, Ana Fernández, que no supo salir del embrollo a pesar de asegurar que "es bastante reconocida su figura en relación con el agua". 

 

Ignacio Romaní (PP), acostumbrado a  la batalla política, recibió la presa en bandeja de plata.  El concejal popular dejó en el aire a modo de pregunta si el Ayuntamiento tiene la intención de "financiar organizaciones ad hoc" con este movimiento. "Sería muy grave y vamos a perseguirlo", sentenció. 

 

El alcalde fue el encargado de intentar salvar los muebles y calificó como "irrisorio" y "temerario" las dudas que se habían creado en torno a Luis Babiano. Aquí se endureció el enfrentamiento entre los González -el socialista y el de Podemos-. "No se quieren escuchar las verdades", le exclamó Fran en medio de la refriega.

 

Al final, la moción del Gobierno quedó relegada por una enmienda de sustitución del PSOE, en la que se solicitaba la elaboración de un procedimiento para que no se realicen cortes de agua, se reconozca un mínimo vital según el numero de habitantes en el hogar y se cambie a una tarificación progresiva del recibo del suministro por el número de personas que formen una familia. Este movimiento socialista permitió dejar fuera a AEOPAS del acuerdo y hacer cumplir la función social que se recogía en la primera propuesta. La primera derrota del equipo de Gobierno se había culminado. 

 

En el anecdotario del Pleno se unieron varios hechos que mostraron la falta de conocimiento del reglamento de funcionamiento de las sesiones. Una de las más sorprendentes se produjo cuando abandonó la Presidencia José María González, siendo sustituido por Ana Fernández, segunda teniente de alcalde, en vez de por Martín Vila, primer teniente de alcalde. Fue Fran González el que tuvo que advertir este hecho, provocando el cambio. Una imagen que ejemplifica el descontrol que hubo en la sesión tanto en el orden como en las formas. 

 

El caso más sangrante se produjo en el punto 15, en el que se debatía la propuesta de un Plan de Empleo Municipal del PSOE, una moción heredada de la anterior legislatura. El PP, por su parte, presentó una enmienda de sustitución para meter en el acuerdo a todas las instituciones y agentes sociales, mientras que Por Cádiz sí se puede realizó una adición para darle un sentido más amplio con un Plan de Emergencia Social. 

 

El cruce de enmiendas llevó a advertir a Juan Manuel Pérez Dorao, de Ciudadanos, de la incoherencia de realizar la votación de la sustitución y de la adición, al anular la primera a la segunda. El PP consiguió sacar la enmienda con los votos de Ciudadanos y la abstención del resto de formaciones. Sin embargo, se mantuvo el debate y el resto de votaciones, las dos con un sentido favorable de todos los grupos menos del PP. Ahora, y por el propio reglamento, tendrán que  buscar un encaje jurídico a esta situación anómala, por lo que todo quedó en manos de un informe del secretario del Consistorio. 

 

La oposición tenía el mando de la plaza y podía presionar al equipo de Gobierno para tener que aceptar todo aquello que rechaza. Las mociones y la aritmética se prestaron a ello. Tanto PP como PSOE elevaron sendas propuestas para que se lleve al Pleno la modificación puntual del PGOU para dar cabida al desarrollo del hotel en Tiempo Libre. Tras las peticiones de la oposición para que Ganar Cádiz en Común y Por Cádiz sí se puede se mojaran sobre su planteamiento, ambos puntos fueron aprobados con los votos de las tres fuerzas de la oposición.

 

Y fuera de los temas, estuvieron las formas y los nuevos roles en el arco plenario, sobre todo en la salida del PP del poder municipal. La variación más clara fue la de la exalcaldesa, Teófila Martínez, que se encargó de dar las zanahorias, dejando los palos para el resto de sus ediles con  la dirección Ignacio Romaní. La retranca y las tablas en la lucha de Martínez se vieron en el tema de Tiempo Libre, ofreciendo los votos del PP a González Santos en los proyectos en los que no tenga el apoyo de Ganar Cádiz en Común. 

 

En el Gobierno, destacó el tono más moderado de David Navarro en sus breves intervenciones y las diferencias a la hora de afrontar el debate frente a las de sus compañeros. Y en Ciudadanos, a pesar de parecer que está relegado a la insignificancia por los resultados, tiene mucho que decir Juan Manuel Pérez Dorao con relatos cortos y apostillas mesuradas, pero oportunas, al resto. Además, si se dan las cuentas, puede ser parte importante para dar apoyo a una oposición que se siente con poder.

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