El puerto de Cádiz presentaba estos días una imagen bastante inusual a la vez que positiva. Los cantiles de su dársena comercial estaban ocupados por buques poco habituales en sus aguas, más allá de los ya tradicionales cruceros, los poquísimos portacontenedores que nos visitan y los tres buques que trafican con Canarias.

En días pasados, el Volcán de Timanfaya, de Naviera Armas, reposaba un par de días en el Muelle Ciudad (el que discurre en paralelo con Canalejas) después de pasar una pequeña temporada en dique seco en el astillero de reparaciones de Cádiz capital. Al parecer, el buque de Armas que cubre ahora la línea Motril-Nador-Al Hoceima requirió llevar a cabo unas pruebas concretas que necesitaban una rampa ro-ro inexistente ahora mismo en las instalaciones de Navantia.

El 'Al Andalus Express' de FRS Ibérica estará mes y medio entre Cádiz y La Cabezuela

Pero el puerto de Cádiz, poco a poco, está dejando de ser ya ese muelle que era solamente cobijo de cruceros y buques de tráfico con las Islas Afortunadas. Tras la marcha de los mercancías que unían la península con Marruecos, un asunto pendiente para la comunidad portuaria, la dársena comercial gaditana tan sólo se nutría de cruceros, cuando los había, portacontenedores, cuando los había, y los tres buques que trafican con Canarias todas las semanas de manera puntual. Ahora son otros tiempos y la Autoridad Portuaria se esmera por buscar una mayor rentabilidad a cada uno de sus metros de cantil. Para ello, la asociación Gadesport, sus comerciales, sus consignatarias y, en general, buena parte de la comunidad portuaria han extendido sus redes de influencia para así captar actividades y ocupaciones hasta ahora casi inexistentes.

Es el caso de las reparaciones de buques más allá de territorio Navantia. En un espacio dominado por la libre competencia, compañías como FRS Iberia mostraron la necesidad de meter en varada a uno de sus grandes, el Al Andalus Express, destinado ahora a cubrir la línea Motril-Tánger Med. La consignataria Opercádiz S.L. logró captar la operación y se la trajo hasta Cádiz llegándosela a disputar con Algeciras. Es una operación de poco más de mes y medio que se repartirá entre el Muelle Ciudad de Cádiz y La Cabezuela, donde finalizará su reparación.

La varada le permitirá una importante transformación del interior del buque, más concretamente de una de sus rampas interiores que le permitirá aumentar cuantiosamente sus capacidades.

Y más aún, ayer, un día sin cruceros, el Muelle Marqués de Comillas estaba ocupado, además de por uno de los buques de la Trasme, el Albayzin, como es habitual cualquier martes de cualquier semana, por un atunero, el Reina Cristina, que andaba arranchando el barco y sus artes de pesca para una nueva campaña. A su lado, otro buque reparando, el Causeway, un barco de bandera chipriota utilizado para operaciones de dragado.

Se da la circunstancia de que estas operaciones de reparaciones más allá de territorio Navantia se extienden a Zona Franca y al Muelle de Las Américas, donde se opera con cuatro remolcadores de altura, también consignados por Opercádiz S.L.