Cádiz

La mejora de los chiringuitos costará más de 200.000 euros

  • La ampliación de la superficie de los establecimientos hosteleros supondrá una fuerte inversión para mejorar sus servicios

Dos personas caminando por los alrededores del chiringuito 'Potito Beach', ayer por la tarde.

Dos personas caminando por los alrededores del chiringuito 'Potito Beach', ayer por la tarde. / JULIO GONZÁLEZ

La paz ya ha llegado a los chiringuitos. El cierre del trámite para la transmisión de la titularidad de la concesión de la ocupación del Dominio Público Marítimo-Terrestre en favor de los hosteleros ha dado el carpetazo definitivo a este proceso, que se abrió en 2014 con la primera petición de algunos empresarios de la playa para intentar que los establecimientos permanecieran abiertos durante todo el año. Tras entregar la Junta de Andalucía las resoluciones a los propietarios de los negocios, éstos cuentan con un plazo temporal hasta el próximo 15 de enero para completar la solicitud de la modificación sustancial de las concesiones en virtud a lo que permite el actual Reglamento General de Costas. Esto supone, entre otras cuestiones, la apertura definitiva durante todo el año y la ampliación de las instalaciones.

Con la nueva situación, los hosteleros tendrán que afrontar una inversión importante si se acogen a estos cambios para adaptar los restaurantes playeros a las condiciones climatológicas que se dan durante el invierno -los actuales establecimientos se concibieron sólo para dar servicio durante los meses con un mejor tiempo- y al aumento de superficie que permite la normativa, pasando de los 150 metros cuadrados actuales a los 300 metros cuadrados que podrán ocupar. El coste de estos cambios, según los primeros proyectos que ya han sido elaborados, superará los 200.000 euros por chiringuito, aunque éste variará según la reforma que decida hacer cada empresario.

El Grupo Potito pretende realizar las reformas a principios del próximo año

Quien ya se ha decidido ha realizar esta importante inversión, a pesar de que las instalaciones tienen poco más de tres años de vida, es el presidente de la Asociación de Empresarios de la Costa de Cádiz (AECCA) y propietario del Grupo Potito, Miguel Ángel Sánchez. Su intención es que primero se realice la reforma del Potito Beach, que se desmontará tras la Navidad si el Ayuntamiento da el visto bueno al proyecto. Su intención es que a finales de enero ya estrene sus nuevas instalaciones para realizar posteriormente el mismo proceso con El Potito, con la idea de que esté montado antes de Semana Santa. En un principio, según Sánchez, no debe haber ningún problema con el trámite burocrático, ya que "el arquitecto municipal ha entendido que los proyectos con los que empezamos no tienen nada que ver con lo que hay ahora porque esos proyectos estaban diseñados para aguantar tres meses en la playa y ahora van a estar los doce meses".

Con este proyecto, que también se aplicará posteriormente a otros chiringuitos como Tuna Beach y Malibú, habrá dos cambios importantes respecto a la actual configuración de los chiringuitos. El primero de ellos será que las instalaciones se situarán en dos alturas. Así, el módulo principal, que alberga la cocina, la barra y el comedor cerrado, estará situado sobre unos pilotes, lo que permitirá, por ejemplo, solventar las jornadas invernales con mareas muy altas. Por su parte, la terraza descubierta estará sobre la arena.

El segundo será el aprovechamiento al máximo de la ampliación de la superficie de los chiringuitos, duplicándose su tamaño hasta llegar a los 300 metros cuadrados. Al contar con un máximo de 200 metros cuadrados de instalaciones cerradas, esto permitirá la instalación de un tercer módulo -actualmente los chiringuitos tienen dos: el destinado a la barra, la cocina y el comedor, y los aseos- que será la segunda barra de los establecimientos para atender directamente a los usuarios de la playa sin tener que acceder a la zona de comedor. Esto también permitirá que se creen en los chiringuitos espacios diferenciados, dejándose el comedor cerrado para la actividad del restaurante y destinándose otro espacio al tapeo y las copas.

También aumentarán su superficie la cocina, el almacén y la barra. Asimismo, los aseos contarán con 30 metros cuadrados, por lo que dispondrán de duchas y cambiadores. Asimismo, se intervendrá en elementos como la estructura, las vigas, el aislamiento, la iluminación, la decoración o las diversas instalaciones para resistir mejor el invierno. Todo esto, según Sánchez, con el objetivo de que "tengamos los chiringuitos más bonitos de España", a lo que une su intención de "traer gente a la playa durante todo el año".

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