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Cádiz

Dos jóvenes okupas, desalojadas del Pleno

  • Aysha Elmortada y Milagros Arzúa fueron desalojadas por la Policía Local por intervenir en la sesión sin tener el turno de palabra cuando reclamaban soluciones a la alcaldesa

El problema de la vivienda ha protagonizado hoy la parte más tensa de la sesión plenaria celebrada en el Ayuntamiento de Cádiz en la que la Policía Local ha desalojado a dos jóvenes madres solteras, Aysha Elmortada y Milagros Arzúa, que reclamaban a la alcaldesa de la capital un hogar en el que vivir.

Milagros Arzúa, que vive con sus hijos de 8, 5 y 2 años como okupa en una vivienda social de la calle Marinero en Tierra, ha declarado que decidió acudir al pleno porque no puede seguir así, sin apenas salir de casa, y con unos hijos que "van al colegio con miedo".

Arzúa, de 27 años, espera el desalojo decretado por el juzgado número 2 de instrucción desde el pasado lunes aunque se muestra firme en su propósito: "A la calle no voy a ir".

Milagros, quien fue rotando por casa de algunos familiares e incluso durmió once días en un coche antes de entrar ilegalmente en dicho inmueble, ha abandonado el salón de plenos entre los aplausos y gritos de una decena de personas que apoyan su causa entre los que podía oírse: "viviendas y trabajo es lo que necesitamos, no jardines".

No muy lejos de Milagros, en un edificio okupado por otras ocho familias sin recursos en el número 43 de la avenida San Severiano, vivió durante meses la joven Aysha Elmortada, que ha protagonizado el momento de mayor tensión al forcejear con los agentes que trababan de echarla y exigir entre sollozos a la alcaldesa que le "mirara a la cara".

Aysha, que fue desalojada a mediados de enero, vive ahora en una pensión del centro histórico de la ciudad pagada por el consistorio junto a su hijo enfermo, "sin cuarto de baño propio ni agua caliente".

"Me dijeron que no saliera en prensa que iba ser peor y desde entonces no sé nada", asegura, "a ellos no les conviene que se sepa lo que está pasando".

Las dos jóvenes y sus acompañantes han permanecido a las puertas del consistorio e incluso una de ellas, Milagros, ha vuelto a acceder a la sesión plenaria, y aseguran que "no van a parar" hasta se les "haga caso" y encuentren una solución a su problema.

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