Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

ciencia

Una investigación de calado

  • La revista 'Science Advances' publica un artículo, con la participación de dos gaditanos, sobre la corriente mediterránea que penetra en el Atlántico

El mar no entiende de límites fronterizos. Océanos y mares no son compartimentos estancos, de manera que las aguas de un mar y un océano, el Mediterráneo y el Atlántico sin ir más lejos para quedarnos en el estrecho de Gibraltar, conviven unas con otras a través de las corrientes y de las masas de agua que fluyen por debajo de la gran hidrosfera que baña nuestras costas. Éste es precisamente el objeto de investigación de un grupo de científicos, dos de ellos con base de operaciones en Cádiz, que han publicado en la reconocida revista Science Advances las conclusiones de un trabajo que trata de explicar cómo son las masas de agua del mar Mediterráneo que entran en el océano Atlántico y cuál es el comportamiento de estas corrientes que, lejos de estancarse o desaparecer, son capaces de modificar la sorprendente morfología del fondo marino para seguir su curso y bifurcarse en dos direcciones: hacia las Azores y hacia Irlanda. Su itinerario y sus sucesivas transformaciones quedan ahora al descubierto gracias a este estudio multidisciplinar e internacional.

Ricardo Sánchez y Luis Miguel Fernández son los dos miembros que participan en esta investigación desde la sede que el Instituto Español de Oceanografía posee en la capital gaditana, ubicado en el interior del muelle pesquero. Junto a ellos han participado científicos de las universidades de Málaga, Lisboa, El Algarve y de la Royal Holloway de Londres. Ricardo Sánchez, especialista en oceanografía física, y Luis Miguel Fernández, en geología marina, han sido los encargados de interpretar los datos medidos mediante diferentes tipos de sensores y ecosondas en distintos puntos del golfo de Cádiz, entre el Estrecho y la costa portuguesa, para describir con un detalle sin precedentes cómo se comporta el agua del Mediterráneo, más densa y salina que la atlántica, a la que abraza con un empuje considerable eligiendo sus propias rutas submarinas. Los científicos ponen un ejemplo muy pedagógico: es como estudiar el caudal de agua de una manguera que se vierte en la tierra y que forma sus surcos y caminos sorteando o modificando los obstáculos fisiográficos que encuentre.

Los dos científicos son de la sede gaditana del Instituto Español de OceanografíaEl agua mediterránea llega hasta las Azores e Irlanda creando sus propios cauces

Esta investigación y otras que se realizan desde el Centro Oceanográfico de Cádiz pueden tener su aplicación en la pesca, para precisar y entender algunos movimientos de los peces; servir de guía y apoyo para la instalación de infraestructuras marinas, como gasoductos y cableados submarinos, e incluso en asuntos relacionados con el clima, pues la inyección de sal de este flujo mediterráneo puede atenuar el efecto del calentamiento sobre la formación de aguas profundas.

A bordo de algunos de los barcos del Instituto Español de Oceanografía, como el Ángeles Alvariño o el Ramón Margalef, estos científicos marinos recogieron los datos para su estudio a través de una roseta, una estructura cilíndrica que se sumerge en el océano y en la que hay doce botellas de gran tamaño que recogen las muestras de agua a distintas cotas de profundidad, en este caso cerca del fondo marino. La roseta dispone también de varios sensores capaces de medir valores de gran utilidad para el posterior estudio, como la velocidad de la corriente, su intensidad y dirección, además de la temperatura del agua, su salinidad o su cantidad de oxígeno.

Todos estos valores, que desde la roseta se envían a una velocidad de 24 datos por segundo, fueron recogidos para esta investigación en distintos puntos de los primeros 200 kilómetros del golfo de Cádiz. Aquellos datos que no ofrece la tecnología, a través de los sensores, se obtienen analizando en el laboratorio las muestras de agua.

Para conocer la detallada morfología del fondo marino del golfo de Cádiz se usaron ecosondas multihaz instaladas en los cascos de los buques, que permiten conocer la profundidad con resoluciones muy altas y frecuencias entre 40 y 100 Hz. El fondo marino es tan abrupto como podamos imaginar: volcanes de fango, canales, pozas, montañas... Su conocimiento se traslada a un mapa topobatimétrico en tres dimensiones en el que se plasma cómo es la orografía del mundo submarino. Es un documento de trabajo muy valioso para los investigadores, que actualmente están elaborando un mapa del golfo de Cádiz que dará continuidad y completará el que ya poseen del Mediterráneo, entre Almería y Gibraltar.

Precisamente la corriente de agua mediterránea que penetra en el Atlántico a través del Estrecho condiciona su rumbo a estos canales y montes submarinos, que van provocando la división del flujo principal de agua en varios brazos, como si de ríos se tratara. Apenas a 60 kilómetros al oeste de Cádiz capital hay una cadena de cordilleras submarinas en la que impactan algunos de los flujos de agua más profundos, lo que genera nuevas divisiones de estas corrientes. El estudio advierte que "lejos de ser un sistema estacionario, las corrientes experimentan desbordamientos que forman surcos y otras morfologías de pequeña escala, pero que tienen una gran relevancia en el flujo de sal en la cuenca atlántica".

Artículo completo:

http://advances.sciencemag.org /content/3/11/eaao0609]

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios