Cádiz

Siete años por intentar matar a un hombre en la barriada España

  • La sentencia recoge que el acusado apuñaló a la víctima y la dejó "sagrando a borbotones"

El suceso tuvo lugar en el cruce de las avenidas Juan Carlos I y Constitución de 1812.

El suceso tuvo lugar en el cruce de las avenidas Juan Carlos I y Constitución de 1812. / jesús marín

La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a siete años de cárcel a un vecino de Cádiz por intentar matar a otro asestándole una puñalada. El tribunal de la Sección Primera ha decretado además que el procesado indemnice a la víctima en 3.000 euros, la misma cantidad que solicitó el fiscal durante la celebración de la vista oral.

Los hechos que han dado lugar a este caso ocurrieron hace ahora casi un año en la barriada España, concretamente en la confluencia de las avenidas Juan Carlos I y Constitución de 1812. Según recoge la sentencia, el día 18 de abril de 2016, sobre las cinco de la tarde, el acusado se encontraba en el domicilio de una tercera persona cuando coincidió con J.A.M.J., contra el cual se abalanzó dándole dos puñetazos "por razones no aclaradas". Tras este ataque, el procesado acorraló a la víctima contra la puerta y "sacándose de la espalda un cuchillo, se lo clavó con la intención de quitarle la vida".

La resolución judicial, que no es firme, especifica que la puñalada fue asestada en la zona pectoral izquierda a la altura del pulmón, "causando herida penetrante en hemitorax izquierdo de cinco centímetros con neumopericardio, derrame pericárdico ligero organizado [...] así como contusión pulmonar", entre otras lesiones.

El agredido, de 52 años, requirió para su curación de exploración clínica y radiológica, fluidoterapia intravenosa, oxigenoterapia con mascarilla, reposo, sutura, profilaxis antibiótica, drenaje subcutáneo, masajes corporales para evacuación del aire y fisioterapia respiratoria.

El damnificado tardó en sanar siete días, de los cuales dos estuvo afectado de pérdida temporal de calidad de vida muy grave; y cinco días, grave. Le quedan como secuelas tres cicatrices en la parrilla costal izquierda y en la zona aureolar izquierda.

La sentencia señala que "dada la localización de las heridas, hubo un alto riesgo de compromiso de las estructuras vitales", por lo que "la falta de asistencia médica adecuada hubiera conllevado un riesgo grave de mortalidad".

El vecino atacado abandonó el lugar de los hechos "sangrando a borbotones" y se cayó en la vía pública, donde fue asistido inmediatamente por un transeúnte que taponó la incisión costal hasta que llegó una ambulancia. En ella fue estabilizado tras cuarenta minutos. Sólo entonces pudo ser trasladado al hospital.

Durante la instrucción de esta causa, el procesado -de 63 años y sin antecedentes penales computables- admitió ante el juez que acuchilló a J.A.M.J. y que después huyó y tiró el arma en la calle. Sin embargo, en el juicio sostuvo una versión distinta a la que el tribunal no ha conferido credibilidad alguna: dijo que si reconoció los hechos por fue miedo, ya que en Comisaría lo amenazaron y pegaron una docena de agentes.

La defensa del acusado intentó, sin éxito, que el tribunal tuviese en cuenta como circunstancia atenuante su adicción a las drogas. El dictamen judicial expone que aunque el procesado tuviese diagnosticado trastornos mentales por el consumo de opiáceos, a la fecha del suceso estaba en tratamiento, así que "no hay pruebas de que tuviera afectadas sus facultades volitivas e intelectivas".

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