El turismo en la capital gaditana no solo se remonta a los enormes cruceros que llegan al Puerto de Cádiz y que pasan unas cuantas horas en la ciudad, o a los matrimonios de alemanes que pasean con sus cámaras réflex por el Casco Histórico, ni tampoco a la gran cantidad de norteños que bajan al sur a disfrutar de las altas temperaturas y de la playa. En una ciudad que vive del turismo, sobre todo durante los meses de verano, cada vez prolifera más el negocio de las academias de español.
Este invento es todo un atractivo para miles de extranjeros de todas las nacionalidades que eligen este rinconcito de Andalucía para aprender el idioma mientras disfrutan de unas vacaciones bajo el sol. Estos se quedan en Cádiz durante semanas o meses e incluso muchos repiten la experiencia. Es el caso de François, de 23 años, que lleva en la ciudad cuatro veranos seguidos. "Me gustó mucho Cádiz cuando vine y ahora incluso colaboro con la universidad durante las vacaciones", comenta el estudiante francés. Además, reconoce entre bromas, que el ya se considera todo un "guiritano".
En el caso de Máxime, belga de 18 años, comenta que ha elegido esta ciudad "para aprender español porque quería una pequeña con playa y Cádiz es tranquila para una persona de mi edad". La academia en la que está inscrito oferta un curso de español y surf que es el que ha elegido, además desde la misma le han facilitado alojamiento en una residencia de estudiantes familiar en el Casco Histórico de la ciudad, "es mágico vivir en una familia", comenta el belga.
Yejing Jeong, o Rosalinda, como se hace llamar en España, es coreana, y llegó a Cádiz en enero. Se queda 15 meses en la ciudad para aprender español e incluso presentarse al examen DELE para obtener un título oficial. Es su primera vez en el país, y según ella ha elegido Cádiz porque "aquí no hay coreanos, me gusta la playa y una ciudad tranquila". Entre las actividades que Rosalinda hace por la ciudad se encuentran el ir de compras "o ir a tomar algo al Manteca con los amigos de la academia". Comenta que lo que más le gusta de la ciudad es la gente, y, por ello, vive con una familia española.
El perfil del extranjero que viene a Cádiz a aprender español es totalmente variopinto. Según Isabel Acalimirano, Chiqui, como la llaman en la academia CLIC donde es profesora, "tenemos alumnos desde junior de 14 a 16 años, después adultos y el grupo de senior de entre 70 y 80 años que vienen de países como Francia o Inglaterra a aprender el idioma". Los más habituales, comenta la profesora, son los alemanes y suizos. Aunque los hay de todos los países como Rusia, Irlanda, Italia, Estados Unidos... Además, Chiqui confiesa que "los alumnos que vienen suelen repetir, les encanta la ciudad y cuando tienen vacaciones, aunque sean un par de semanas vuelven a Cádiz".
A parte de la ayuda económica que supone para las host families durante los meses de julio y agosto, la llegada de estos chicos y chicas genera unos amplios beneficios para la economía gaditana, tanto para los comercios como para particulares que acogen en sus casas a los estudiantes de otras nacionalidades. Para María Rodríguez, trabajadora en una residencia de estudiantes extranjeros en Cádiz, "son chicos que en la calle dejan mucho dinero. Compran mucha ropa y zapatos, cenan casi todos los días fuera aprovechando la gastronomía y el buen tiempo, salen bastante, y, además, hacen muchas actividades en la ciudad como las clases de surf, de guitarra etc". La teoría de María Rodríguez la confirma la profesora de español Chiqui, que comenta que en su opinión, "a nivel de la ciudad favorece en el sentido de que son chicos que van a muchos restaurantes, corren la voz y cada vez van más al mismo. Les encanta ir de tapas y hacer compras".
En Cádiz se pueden encontrar una gran cantidad de escuelas que ofertan todo tipo de cursos de español, como es el caso de CLIC o K2 International House que ofrecen intensivos, de conversación, de gramática o aquellos que combinan el español con otras actividades como el surf, flamenco, guitarra o salsa. En otros, se combinan lecciones del idioma con aprendizajes acerca de la cultura y las costumbres españolas, y otros se adaptan a los períodos vacacionales de la ciudad como son aquellos intensivos en carnavales o Semana Santa. Los precios por semana se tornan entre los 200-250 euros y entre las 20-25 lecciones de 45-50 minutos. Las clases de español, según comenta Chiqui, "no consisten en dar simplemente la gramática de español. Son clases muy dinámicas donde el profesor pasa a un segundo plano y el protagonismo lo tienen los estudiantes. Solo observamos y corregimos", remata. Incluso cuenta, respecto a las lecciones de español, que muchos viernes la segunda parte de la clase la dan fuera, van al mercado pasean por allí y toman unas tapas y así aprenden vocabulario, cultura y costumbres.
Estas academias ofertan además de clases teóricas actividades por la tarde para hacer dentro y fuera de la academia, como las de la escuela Gadir o Spanish in Cádiz, además de las dos antes mencionadas. Estas academias por dentro son todo un lugar de encuentro e intercambios culturales entre los estudiantes. En el caso de CLIC, cientos de extranjeros participantes de los cursos de español, disfrutan entre horas de la convivencia en la terraza de la academia, cocinan el almuerzo es una especie de office que hay para ello, y conversan con los profesores al terminar la lección.
Las academias promueven visitas guiadas , rutas de tapas o catas de vinos. También estos estudiantes tienen la opción de visitar otros sitios de la la provincia e incluso viajar a los países vecinos.
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