Sea por lo que sea. Ya sea porque, para muchas compañías, Cádiz siga siendo la puerta, o el puerto, de Sevilla, o porque la geografía ubique a la ciudad en un balcón estratégico hacia el Atlántico, el muelle gaditano sirvió ayer de punto de escala para dos naves que hacen ya historia. El Royal Clipper, el velero más grande del mundo y el único que aún navega con cinco mástiles, compartió puerto con el Nieuw Amsterdam, que llegaba a Cádiz en su ruta inaugural.

De la estampa, que se completaba con un tercer crucero ya clásico de nuestros muelles, el AidaBlu, resultaba una imagen histórica en la que se dieron cita lujo, historia y modernidad.

Aunque el Nieuw Amsterdam, el más joven de la flota de la Holland America Line, no está para nada desprovisto de lujo, esta característica, sumada ayer a un alto grado de historia, daba como resultado la imagen del Royal Clipper, de la compañía Star Clipper, que llegó a la ciudad consignado por Marmedsa.

El ostentoso velero traía a bordo a 210 cruceristas que tuvieron que pagar, el que menos, 2.885 euros, y el que más, 7.670, para hacer esta ruta mediterránea, en la que se incluyen, además de puertos del norte de África y destinos italianos, los puertos de Cádiz, Lisboa y Portimao. El que menos invirtió viaja en una cabina de sexta categoría, mientras que el que más, lo hace en una suite presidencial de 33 metros cuadrados en una cabina exterior de gran lujo, en la popa del buque con cama de matrimonio, mini bar frigorífico y cuarto de baño de mármol con jacuzzi.

Esta goleta, construida en la primavera de 2000 y con bandera de Luxemburgo, cuenta con tres piscinas en su cubierta superior que se suman a un comedor de tres niveles con servicio esmerado y especializado en cocina continental. El megayate-crucero, de apenas 134 metros de eslora, fue construido en base a uno de los buques más apreciados de todos los tiempos: el Preussen, que botado en los astilleros de Hamburgo, viajaba provisto de más de cinco mil metros cuadrados de trapo, lo que justificaba su gran velocidad.

Las labores marineras de las 112 personas que componen su tripulación (mantenimiento de las cubiertas, despliegue del velamen, guardias...) se convierten, en sí, en una de las atracciones que a sus cruceristas gusta vivir, por supuesto, como espectadores. A bordo llevan el confort del buen crucero y el silencio con el que premia un viaje a vela, siempre que las condiciones atmosféricas así lo permiten. Cuando no es así, sus motores hacen lo propio para llevar a su pasaje siempre a buen puerto.

El Royal Clipper repite visita a Cádiz los octubres de los últimos años, antes de iniciar su ruta anual hacia tierras caribeñas, donde, desde 1.642 euros por persona, ofrece rutas paradisíacas.

Por su parte, la majestuosidad del Royal Clipper no ensombreció la privilegiada presencia en el puerto de Cádiz del crucero Nieuw Amsterdam, consignado para la ocasión por Cadiship, en su ruta inaugural tras su botadura del pasado mes de julio.

El crucero, de 284 metros de eslora, ha arribado con 2.038 pasajeros a bordo procedente de Almería y con próxima parada en Portimao, donde, de nuevo, se encontrará con los cinco palos del Royal Clipper.

El barco cuenta con ascensores de cristal que transitan de arriba a abajo sus 11 cubiertas. Entre sus instalaciones posee un cibercafé denominado Exploration Cafe, patrocinado por The New York Times, el Pinnacle Grill y el Pinnacle Bar, un innovador centro de artes culinarias presentado por la revista Food & Wine, donde expertos en artes culinarias hacen presentaciones e imparten clases de gastronomía en una ultramoderna cocina para demostraciones a bordo. Además, la web de Holland America Line destaca su spa, así como su Salon Greenhouse, con suites y piscina de aguas termales y el mayor gimnasio jamás construido para esta naviera de lujo.

Con motivo de esta primera escala en el puerto gaditano, la jefa de División Comercial de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, Kate Bonner, hizo entrega al capitán del buque de una metopa conmemorativa. En el acto participaron también el Ayuntamiento de Cádiz, la Corporación de Prácticos y Cadiship, cuya subdirectora Paqui Calderón acudió en representación de la consignataria gaditana.