Cádiz

Un fin de curso de película

  • Alumnos del Aula de Mayores despidieron ayer el curso con una sesión de cine y una visita por Cádiz

Los alumnos de primero del Aula de Mayores de la Universidad de Cádiz despidieron ayer el curso con un final de película.

Unos 80 estudiantes de los campus de Cádiz, Jerez y Algeciras se congregaron en la mañana de ayer en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la capital gaditana para participar, de forma conjunta, en su último día de clase. Al frente de ella estuvo Víctor Manuel Amar, profesor de la institución académica gaditana que durante el curso ha venido impartiendo a estos mayores la asignatura Historia y Cine.

El docente de la Facultad de Ciencias desechó la típica despedida de fin de curso en favor de un final más emocionante e inusual, como el de los buenos largometrajes. Es por ello que preparó un programa de actividades sin efectos especiales pero que causó un efecto especial entre los alumnos, que asistieron a dos proyecciones cinematográficas (una de temática social y otra sobre mayores), participaron en una mesa redonda, almorzaron juntos en la propia Facultad, y ya por la tarde pasearon por el casco histórico de Cádiz. Concretamente, realizaron un recorrido por la playa de La Caleta, visitaron una exposición en el Castillo de Santa Catalina, anduvieron por la calle Ancha, y contemplaron la Catedral. Y tras recorrer el barrio de El Pópulo y examinar la fachada del Ayuntamiento, los alumnos procedentes de Jerez y Algeciras se subieron al autobús de vuelta a casa.

En el de Algeciras viajaba Ana Fuentes, que horas antes, en Ciencias Económicas y Empresariales, hacía balance de su experiencia en la UCA: "Ha estado muy bien. Estoy muy contenta de haberme matriculado en la Universidad, porque aunque he estado muchos años impartiendo clase a alumnos de Primaria, siempre es bueno refrescar la memoria. Y quienes de jóvenes no tuvieron la posibilidad de estudiar, están aprendiendo mucho. Si no me llama antes el de arriba, termino los cinco años del Aula de Mayores", concluía con una sonrisa esta maestra vocacional que ahora prefiere el pupitre al atril.

Al igual que ella, María José Monte también se ha ganado la vida impartiendo clase a niños y está encantada con volver a ser estudiante, "sobre todo porque me distraigo mucho", apuntó.

La sesión de ayer sí que fue distraída para estos mayores que se resisten a ser meros espectadores de la vida.

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