La semana

Sí, es el faro de las libertades

  • El Consorcio del Bicentenario optó, finalmente, por el castillo de San Sebastián para el memorial después de los repetidos problemas que halló en el casco antiguo l Gaspar Zarrías no se lo contó antes ni a Teófila Martínez ni a nadie de su partido l Hay dinero, pero el plazo del 12 es ineludible

Que el consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, es un "político profesional" tal como él mismo se definió el pasado jueves al inicio de su discurso en la Casa de América no hay la menor duda. Que con el castillo de San Sebastián mantiene una relación peculiar es ahora público: en una de sus garitas, a oscuras y como único sonido el del mar y el de un pequeño transistor que escondía bajo riesgo de infracción, el recluta Zarrías se chupó bastantes guardias quién sabe si pensando ya en una larga carrera política. Lo del jueves lo había guardado con tanto celo como los sondeos electorales que no muestra a sus compañeros de partido. San Sebastián, el faro de San Sebastián, se convertirá en el faro de las libertades en el año 2012; el viejo fuerte será rehabilitado y albergará el memorial y el centro de estudios constitucionales, además de convertir unos 40.000 metros cuadrados de espacio público en un jardín.

Sí, en efecto, la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, no lo sabía, pero tampoco el presidente de la Diputación, González Cabaña, ni el portavoz de la oposición, Rafael Román. Nadie, sólo los más cercanos de la gerencia del Consorcio del Bicentenario. Zarrías preparó cuidadosamente el lugar, la lista de los convocados, los empresarios y los embajadores invitados y, claro, consiguió el mayor eco mediático. Le salió como muy profesional, y a la pregunta de por qué no lo comentó un día antes con la alcaldesa o con algunos de los citados, Zarrías espetó a Diario de Cádiz: "Entonces en vez de haberlo contado yo esa mañana, lo habríais publicado vosotros".

Esto es juego y comunicación política, y la misma censura que se le podría hacer a Zarrías por su logrado impacto, cabría repetirla al noventa por ciento de sus colegas de todos los partidos. Pero lo sustancial es que lo del faro de las libertades cierra por fin el núcleo principal de las dotaciones que recibirá Cádiz en 2012; una solución idónea como él mismo la ha calificado pero que, además, viene casi impuesta por los problemas que ha encontrado la Junta en el casco antiguo de la ciudad para encontrar un edificio adecuado. Y es que es verdad: que si los padres del colegio de San Felipe amenazaban con el motín, que si no había ningún centro alternativo, que si el edificio era del Ayuntamiento, que si los agustinos reclamaban parte del instituto del Rosario, que si el vendedor de cierta finca quería ganar de una tajada toda la liquidez que le falta para mejorar su mermado negocio inmobiliario... Bueno, es que al final ha sido casi la única salida, aunque llevada hasta una excepcional idea. Sí, Teófila Martínez se quedó estupefacta; ella siempre había defendido que había que recuperar el castillo, lo consideraba tan suyo como la propia llave que abre el fortín y que le fue cedida por el último mando militar del sitio, pero el día del anuncio no tuvo el protagonismo con el que hubiera soñado. Debía haber sido informada cinco minutos antes -sí-, pero esto, si se quiere, es la anécdota, y discutir sobre ello resulta tan estéril cómo adivinar de quién es el nuevo puente: si de Teófila o de Magdalena.

Hace ahora dos semanas, la comisión que está elaborando la lista de edificios que se deben recuperar para el año 2012 solicitó al Ayuntamiento de Cádiz visitar el castillo, pero no pudo ser: la llave, al parecer, no estaba disponible. ¿Quién tuvo la culpa? Quizás, en esa ocasión el Ayuntamiento desaprovechó una oportunidad para intuir qué se estaba tratando ya, pero es lo mismo, lo importante es que son de 80 a 100 millones de euros para un espacio que recupera la ciudad y que lo integra en el eje del 2012: en un extremo el faro, al otro el Oratorio de San Felipe, que también será restaurado.

Tal como el Siglo de las Luces alumbró las sombras con la razón, la siguiente centuria abrió el paso al liberalismo gracias a esa incipiente burguesía que bebió de las copas de Voltaire y Rosseau y comió de las mieles del comercio; por eso lo del faro de las libertades. El pasado 22 de julio, y en estas mismas páginas de Diario de Cádiz en un artículo titulado, precisamente, El faro de las libertades, se recordaba una tribuna libre de Rafael Garófano del 15 de agosto de 2003 donde proponía la conversión del castillo en este icono del liberalismo gaditano. Decía: "El faro del mejor arquitecto, el faro que iluminó las Américas, el faro que alumbró el constitucionalismo..." Ahora parece que sí.

Una vez pasadas las elecciones del 9 de marzo, y en menos de seis meses, el Consorcio del Bicentenario quiere tener resuelto el concurso internacional, de tal modo que en 2009 puedan estar licitadas las obras y los trabajos comiencen de modo inmediato, y aunque la fecha de marzo de 2012 esté cerca, es ineludible.

Entre partidos de la dimensión del PP y del PSOE, y políticos tan raciales como Zarrías y Martínez, estos lances son inevitables, pero no siempre esta rivalidad es dañina, como se ha demostrado en este caso de San Sebastián.

Mucho mejor todo esto que la pesadilla de la Aduana: como tú (la Junta) la quieres proteger para no derribarla y retrasarme la plaza de Sevilla, yo (Ayuntamiento) no encuentro al técnico que firme el permiso de derribo de la Subdelegación. Ea. Que esto del Doce es una conmemoración nacional, y lo demás es localismo.

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