Los trabajadores portuarios gaditanos respiran ya tranquilos. Una serie de enmiendas que PP y PSOE querían aplicar a la Ley de Puertos de 2003, habrían supuesto la pérdida de la exclusividad que mantienen los estibadores no sólo en el muelle de Cádiz sino en la totalidad de los puertos españoles. Socialistas y populares proponían, entre otros asuntos, la liberalización del sector.

Son unos 85 los estibadores con los que cuenta el puerto de Cádiz. De toda la vida han sido conocidos como los trabajadores portuarios como si no hubiera más obrero en el recinto que domina la Autoridad Portuaria. Pero si bien es cierto que si las enmiendas hubieran seguido adelante y, con ello, la huelga, entre los días 11 y 14 de mayo, el puerto de Cádiz habría quedado paralizado del todo. Como muestra, un botón: la nueva terminal de contenedores del puerto de Algeciras en Isla Verde Exterior, gestionada por la empresa TTIA (representantes de la surcoreana Hanjin en España), no pudo estrenarse y su futuro tembló durante unos días ante la negativa a trabajar por parte de sus estibadores. De ahí su fuerza.

Y de hecho, el aborto en el estreno de la terminal algecireña ha pesado más que mucho en el ambiente de la reunión que ayer mantuvieron en Madrid unos doscientos delegados sindicales para ver qué hacer con las enmiendas y cómo proceder ante ellas.

Pero las buenas noticias llegaban a este periódico de la mano de Francisco Parra, presidente del comité de empresa y miembro del sindicato Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar. De camino de regreso desde la capital del Reino confirmó a este periódico que PP y PSOE daban marcha atrás y modificaban las enmiendas que hacían alusión a la liberalización de la estiba en los puertos españoles, noticia con la que quedaba definitivamente desconvocada la huelga fechada para este mes.

El sector respira tranquilo. Las enmiendas habrían supuesto el final de una exclusividad mantenida durante años. Hasta ahora, cualquier barco que entrara en el muelle de Cádiz (sin incluirse la pesca fresca, que no la congelada) debía ser cargado o descargado por los trabajadores censados en Estigades , la sociedad de estiba y desestiba del puerto de Cádiz. La empresa que deba descargar el barco sólo puede contar con esos trabajadores. La liberalización del sector habría significado el final de esa exclusividad que muchos tachan de monopolio.

Las enmiendas que se pretendían aplicar inicialmente a la Ley de Puertos 48/2003 se vieron modificadas y ayer se mostraron a los delegados sindicales concentrados en Madrid. Los cambios contemplaban en un primer momento que cualquier empresa, que contara con la licencia adecuada, pudiera cargar o descargar un buque. Para más inri, se hablaba incluso de que pudieran ser los propios tripulantes de los barcos los que se encargaran de esta misión. Una situación como esta, que se viene a sumar a los avances tecnológicos que, como ha ocurrido en Algeciras, han venido a sustituir al hombro del estibador, habría supuesto la progresiva desaparición del sector y una pérdida de empleos que, en Cádiz , habría dejado sin sueldo a casi un centenar de familias.

La estiba y desestiba de los buques ro-ro y la carga de automóviles nuevos (una práctica no muy asidua en el puerto gaditano) se encontraban igualmente en la cuerda floja. Finalmente, la desestabilizadora idea de que pudieran ser los tripulantes de las naos los que llevaran la carga a tierra ha quedado desterrada en las nuevas enmiendas planteadas por PP y PSOE. Francisco Parra recuerda que no es injusto tener en cuenta que "la mayoría de los tripulantes que llegan en los buques de carga a Cádiz son personal muy mal pagado que se habría visto forzado a asimilar esa nueva tarea sin contar con ninguna formación ni especialización para ello".