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La esperanza de intramuros

  • Dirigentes vecinales de Santa María y Cádiz Centro coinciden en que los nuevos pisos y las reformas frenan la pérdida de vecinos, al revés que en el resto de la ciudad

La vida de intramuros, del casco histórico, no se entiende sin hablar del sentimiento de nostalgia. Algo que ocupa toda conversación con cualquier vecino, sea del barrio que sea. Preguntar por el estado de las cosas en cualquier distrito dentro de Puerta Tierra siempre es una oportunidad a recordar décadas pasadas, que siempre fueron mejores para la mayoría.

La pérdida de población, el envejecimiento de sus habitantes, todo esto, afecta a que las respuestas automatizadas se llenen de añoranza. La verdad es que desde 1981, Cádiz ha perdido un cuarto de su población y ha pasado de los 157.766 habitantes de entonces a los 118.048 que se cuantificaron en el 1 de enero de 2017. La famosa densidad de habitantes de Cádiz se mantiene en intramuros porque aquí el fenómeno huída está más aplacado. Al contrario, Santa María, San Juan y todos los alrededores de Catedral han ganado hasta unos 30 vecinos.

En Santa María, los nuevos residentes vienen de otras partes de la capital El arreglo de varias fincas dinamizará la zona para bien, según la AVV Cádiz Centro

Anecdótica cifra, sin importancia, para unos, causa de celebración para otros. La fuga de gente en Cádiz bien explica para algunos que cualquier vecino de más en su barrio sea un motivo para sonreír.

Uno de los sitios donde en los últimos tiempos se han acometido más arreglos de viviendas y se han construido otras tantas es Santa María, proporcionando así una imagen renovada a sus calles.

"Se están terminando viviendas, vienen personas jóvenes, lo que hace que vaya a mejor el barrio y con mejor juventud", cuenta José Rodríguez, presidente de la AVV Las Tres Torres de Santa María. "Casi todos los vecinos nuevos son de Cádiz capital. También hay italianos y franceses que han comprado pisos, pero son los menos. Eso sí, hay muchos pisos en alquiler, lo que hace que venga mucha gente de fuera", aclara Rodríguez .Pese al reconocimiento de la leve mejoría, el dirigente vecinal incide en las ausencias de equipamientos existentes en esta zona de la ciudad. Una de las demandas va enfocada hacia los niños, que no tienen espacios de esparcimiento adecuados. "Para ir a un columpio tienen que ir hasta plaza España o a Santa María del Mar", lamenta Rodríguez. Debido a la peculiar orografía de Santa María, es consciente de lo difícil que es contar con un rincón de estas características, por eso propone que los fosos de Puerta Tierra se reutilicen para que los niños del barrio de Santa María vayan allí en familia a pasar las tardes. De todos modos, Rodríguez se jacta de la mejoría en la calidad de las viviendas en Santa María, en contraposición a la situación de hace años. "Hoy en día cae un chaparrón y dormimos tranquilamente, antes no pasaba esto", admite.

No obstante, hay puntos de vistas enfrentados dentro del mismo barrio. Por ejemplo, el ex representante de los comerciantes de Santa María, Antonio Septién, se queja de la falta de iniciativas comerciales para dinamizar el barrio y de la poca vida del mismo. "Hay calles que parecen un cementerio. Es que no se ve la gente nueva, yo quisiera saber qué hace la gente porque no se ve", dice con frustración. "Es difícil que así se apueste por el barrio y que la gente venga aquí. Hace 30 años esto era el mejor barrio de Cádiz", mantiene Antonio Septién.

En esa misma línea, algo más dura y negativa, se expresa Pilar, que acaba de abrir un ultramarinos al principio de Cuesta de Jabonería. Para ella, sigue habiendo delincuencia y la droga vuelve a hacer acto de presencia. "La gente que viene nueva es de aquí de Cádiz. O han venido de La Viña, o han venido de la Barriada, pero no son de afuera. Incluso hay mucha gente que ha vuelto, porque hay casas que se han llevado años sin arreglar y ahora han podido regresar", comenta. Pilar es una de esas supervivientes de día a día que se conforma con ganar para salir adelante. De momento, lo consigue.

Justo al lado, Manuel, que regenta la famarcia Salado Luque, sí destaca el efecto renovador de los que se están sumando ahora al día a día del barrio. "Hace no mucho se han entregado pisos, se nota más tránsito, más movimiento, gente más joven, matrimonios más jóvenes con niños pequeños. Y esto hace que mejore el barrio en afluencia de público y en crecimiento del negocio en sí. El nivel económico de la zona es muy bajo, entonces el crecimiento es corto. Pero sí se nota que hay más alegría en el barrio. El aumento de población de la zona está siendo positivo", celebra.

No hay que ir muy lejos de Santa María para encontrar un resquicio de positivimo dentro del pesimismo que supone la hemorragia abierta en en el censo gaditano. Una pérdida de población que parece no cesar y que ninguno de los últimos gobiernos de la ciudad ha sabido frenar. La treintena de vecinos de más entre Santa María, San Juan y alrededores de Catedral no es tanta noticia, lo es más que no bajen los vecinos en estas zonas.

Así se manifiesta el portavoz de la AVV Cádiz Centro, Francisco Gómez: "Una treintena apenas puede reflejar un cambio. Con respecto a un par de años, en la zona digamos del centro había fincas que estaban cerradas y ahora estamos viendo movimiento, que se está trabajando". No obstante, la labor que aún queda por hacer es importante, la infravivienda sigue siendo el paisaje habitual en la zona de San Juan y alrededores. El cambio es lento. "Un porcentaje muy alto de las obras que se están haciendo corresponden a apartamentos turísticos, eso no va a contribuir lógicamente al número de residentes", aclara. Gómez insiste en hablar de que la variación de población es tan menor que quizá el próximo año las estadísticas sorprendan con números negativos.

Aún así, asevera que el movimiento que se empieza a ver en el arreglo de fincas hace presagiar mejores tiempos. "En cuanto a reformas, sí estamos observando que hay 7, 8 fincas cerradas donde se está trabajando. Por ejemplo, en Barrocal se están haciendo obras en fincas que llevaban tiempo en estado ruinoso. Al haber trabajo de forma temporal, se está recuperando algo la economía. Las inmobiliarias van preguntando por la vida en el barrio, se van interesando. La vida se va viendo en el momento que hay trabajo. Si hay fincas cerradas y se van abriendo esto irá a mejor", defiende Gómez.

Entre las formas de desarrollar toda la zona de los alrededores de Catedral, el presidente de la AVV Cádiz Centro pide mejoras en la limpieza y en el mantenimiento y que la peatonalización del casco antiguo no implique molestias innecesarias a los vecinos. "Una cosa fundamental es la peatonalización del casco antiguo, nos gusta, pero entre comillas, porque el coche sigue formando parte de la vida del ciudadano. Al residente hay que facilitarle el acceso a su zona", matiza el portavoz.

En última instancia, Gómez sabe que "es constatable que se están mejorando varias fincas. Lo que sí es cierto es que el uso habrá que discutirlo después. Esperemos que haya equilibrio entre apartamientos turísticos y viviendas de toda la vida".

"Mientras tanto, esto genera trabajo y vida". Al fin y al cabo, las dos palabras básicas que busca cualquier gaditano para no abandonar su barrio y las dos llaves para evitar la persistente sangría que afecta a la capital gaditana desde hace 30 años.

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