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Cádiz

El espejo de la Edusi

  • Los planes Urban y Urbana, centrados en el casco antiguo, sirven de ejemplo para la futuras actuaciones

Vecinos en una de las calles de El Pópulo, un barrio al que en su momento dio vida el Plan Urban, al igual que al de Santa María.

Vecinos en una de las calles de El Pópulo, un barrio al que en su momento dio vida el Plan Urban, al igual que al de Santa María. / JOAQUÍN PINO

Los barrios de Loreto, Puntales, Cerro del Moro, La Paz, Segunda Aguada y Guillén Moreno no paran de mirarse con esperanza en el espejo de los anteriores programas europeos para conocer cómo se pueden invertir los 15 millones de euros concedidos por la Edusi, a los que el Ayuntamiento debe sumar otros 3 millones de euros más.

Dos han sido los planes europeos de similar calado a la Edusi que se han desarrollado en Cádiz: el Urban y el Urbana. Con diferente incidencia en sus zonas de actuación, ambos permitieron que se interviniera en ámbitos como la formación, el fomento de las empresas, la rehabilitación o la reurbanización de calles y plazas.

Las intervenciones incluidas en el Urbana se desarrollaron hasta finales de 2015

el urban

El Plan Urban es el ejemplo de un proyecto que ha servido para dar una nueva vida a sus barrios de influencia. Mucho han cambiado El Pópulo y Santa María desde que se ejecutara este proyecto -unido a otro como el plan de rehabilitación del casco histórico de la Junta-, que afectó a unos 6.400 vecinos desde que se iniciara en 1995, finalizándose todas las actuaciones en 2002. La inversión fue de 14,5 millones de euros, de los que la Unión Europea financió el 70% y el Ayuntamiento el 30% restante. A esto, hay que añadir los cerca de 2,4 millones de euros que aportaron la iniciativa privada y otras administraciones.

Los motivos por los que se eligieron los barrios de Santa María y El Pópulo para este primer gran plan europeo fueron el alto nivel de desempleo entre sus vecinos, sus carencias formativas para poder acceder a un empleo y el alto porcentaje de población envejecida. Por este motivo, el Urban se centró en cuatro medidas para dar un giro a la vida de sus vecinos.

La primera de ellas fue la mejora del medio ambiente urbano. En este punto, tuvo especial relevancia el convenio que firmó el Ayuntamiento con el Obispado, que permitió, entre otras acciones, la adaptación de la Casa de la Contaduría para instalar allí el Museo Catedralicio y la demolición parcial de la Casa del Obispo, que posibilitó la excavación del yacimiento arqueológico, y la restauración de este edificio. En colaboración con la Junta, se intervino en el Teatro Romano y en los arcos de los Blanco, la Rosa y El Pópulo. Además, se procedió a la reurbanización de calles, la mejora de las infraestructuras básicas y la dotación de mobiliario urbano.

En segundo lugar, se trabajó en el avance del tejido económico de los dos barrios con actuaciones como la construcción del Centro de Empresas Cuesta de las Calesas. Además, entre otras cuestiones, se fomentó la artesanía en El Pópulo y se desarrollaron acciones para potenciar el turismo.

En el apartado de la dotación de equipamientos culturales y sociales para el barrio, además de la adaptación del Museo Catedralicio y la rehabilitación de la Casa del Obispo, el Ayuntamiento compró una serie de fincas y solares para rehabilitarlos y ceder los locales para diversas actividades.

Por último, se hizo una labor importante en materia de formación y empleo con cursos para colectivos desfavorecidos y otros centrados en la artesanía, la informática y el comercio.

el urbana

Más reciente en el tiempo y con una incidencia diferente, el Plan Urbana, inmerso en el marco 2007-2013, se desarrolló hasta finales de 2015. Abarcó un ámbito de actuación mucho más amplio al incluir a los barrios de San Juan, La Viña, El Balón y Mentidero. La inversión fue parecida al recibir de Europa 10 millones de euros, aportando el Ayuntamiento unos 2,7 millones de euros. A estas cifras hay que añadir que Cádiz fue premiada con otros 800.000 euros en reconocimiento de su buena gestión.

El proyecto se desarrolló en cuatro grandes áreas. Se incidió en materia de formación y empleo con diferentes programas de inserción o la creación de puntos de información de empleo en las asociaciones de vecinos. También se trabajó en el fomento de la igualdad y la integración social con cursos destinados a jóvenes, mujeres y mayores.

En cuanto a las obras realizadas, la más conocida de todas ellas es la construcción de la pérgola-mirador de Santa Bárbara, aunque también se hicieron otras como la reurbanización de las plazas del Falla, Viudas, Cañamaque, Capuchinos y José Macías Rete, y las calles Diego Arias, Doctores Meléndez, Arricruz, Geólogo Macpherson, Virgili y Vidal, diversas mejoras en el Parque Genovés, la incorporación de la doble banda de rodadura en el perímetro del casco antiguo entre Buenos Aires y Simón Bolívar, y entre Venezuela y Sagasta, o la instalación de un punto de información turística en La Caleta.

Por último, el Urbana pretendió la mejora del tejido económico y social de estos barrios con acciones como un plan de ayudas para pymes o la promoción de la artesanía y el turismo.

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