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Cádiz

Unos documentos que existen gracias al celo de la familia

  • El investigador Jesús Núñez destaca el papel de la viuda de Varela y de su hija Casilda

El investigador Jesús Núñez, teniente coronel de la Guardia Civil, es una de las personas que mejor conoce el Archivo del general Varela. A fondo, además. Durante dos años tuvo el "privilegio" de que la familia le permitiera entrar en la casa e indagar entre la ingente cantidad de papeles y documentos ya entonces perfectamente ordenados y guardados. Fue entonces cuando comprobó la importancia del Archivo y de la perspectiva histórica del hombre que, desde su juventud, fue conservando uno tras otro cualquier papel que tuviera relación con su vida familiar, personal o profesional -quizás con la intención de construir él mismo una biografía que, de hecho, escribió después José María Pemán en 1954 y que se guarda entre las carpetas del Archivo: Un soldado en la historia. Vida del capitán general Varela-.

Pero también destaca Jesús Núñez el papel jugado por la viuda del general, que puso celo y empeño, "con una gran visión de futuro", en que se conservara aquel montón de papeles que ella misma se encontró en innumerables cajas. Logró que un funcionario destinado en Marruecos, Francisco Macarro Gómez, fuera destinado a Cádiz en comisión de servicio y durante dos años se dedicara a ordenar temática y cronológicamente los más de 100.000 papeles del Archivo, que fue guardado en las impecables cajas confeccionadas al efecto en el taller de los hermanos Galván.

Y el último eslabón de la cadena que permite ahora la consulta pública del Archivo es la hija del general Varela, Casilda, que comprendió la recomendación de Jesús Núñez para que el Archivo se quedara en la capital gaditana y que, además, se pudiera consultar por los historiadores e investigadores interesados en este trozo de la historia de España: "Comprendí -dice Núñez- que estos papeles no podían quedarse en el ámbito privado, que otras personas debían consultar este archivo. Porque yo puedo interpretar un documento de una manera, y alguien de otra. Y la familia fue muy receptiva a la propuesta".

Incluso, según Núñez, los hijos del general rechazaron "ofertas millonarias" realizadas por una universidad británica y por otra española para hacerse con la titularidad de los fondos. "Pero Casilda quería que se quedara en Cádiz", sentencia Jesús Núñez.

Y si hasta entonces apenas fueron unos pocos los investigadores que tuvieron acceso al Archivo, entre ellos Javier Tusell o Sebastian Balfour, ahora es hasta el Gobierno de Aragón el que se interesa por los documentos que hablan de la guerra en aquella región.

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