El Grupo El Faro es una empresa que está acostumbrada a servir grandes catering, pero el pasado 20 de junio se enfrentaron a una misión complicada. Lo explica Javi Córdoba, el responsable del servicio de catering del Grupo, que tuvo que dirigir a cien personas para que todo saliera como estaba previsto. "Cuando se trabaja con la Casa Real ésta marca sus normas, que son lógicas, ya que juegan con los tiempos de manera muy exacta. En esta ocasión la franja de tiempo era de una hora: entre las 14 horas y las 15 horas tendría que haberse saldado el almuerzo. El problema fue que, por la duración de los discursos y la pequeña interrupción en el sonido durante el discurso del Rey, no se pudo empezar a servir hasta las 14,15, pero la hora de finalización seguía siendo la misma. Por ello tuvimos que acelerar el proceso para hacer en 45 minutos lo que teníamos previsto hacer en una hora, con la dificultad añadida de la alta temperatura en mitad de la ola de calor que sufrimos en toda España esa semana".

Se consiguió, por lo que la familia Córdoba, que lleva esta emblemática empresa, considera que se salvó con nota un encargo difícil, aunque quizá no el más difícil que han tenido que afrontar en su larga historia. "No era la primera vez que servíamos un catering bajo la supervisión de la Casa Real. Lo hemos hecho en la Gran Regata y en un encuentro que hubo con empresarios en la provincia en el Palacio de Congresos. En ambos casos conocíamos la exigencia de brevedad, lo que obliga a ser muy eficaces. Es por eso que no nos cogió por sorpresa y estábamos preparados para cumplir los tiempos".

Tampoco es la vez que han dado de comer a más personas, si bien lo hicieron en circunstancias distintas. El número máximo de personas a los que han servido fueron 1.800 y durante la Cumbre Iberoamericana sirvieron 7.000 comidas en menos de una semana. Lo que quizá no habían hecho era dar de comer a 700 en 45 minutos.

El otro reto estaba en el contenido del menú en sí. "Nosotros ofrecimos dos alternativas y la Casa Real se decantó por el que consideraba que era el menú más sencillo con la ensalada de frutas y langostinos de Sanlúcar, el lomo de lubina y la tartita de chocolate con helado".

Lograr, como se logró, que 700 deliciosos lomos de lubina estuvieran en su punto al mismo tiempo requiere, según Javi Córdoba, "mucho estudio y experiencia. Como en cualquier profesión nosotros trabajamos para mejorar con el prueba error. Como tenemos mucha experiencia cada vez tenemos menos errores". Y una buena infraestructura. Al recinto se trasladaron dos camiones frigoríficos, cinco hornos transportables y otros dos fijos, ocho fuegos y dos generadores. "Se trabaja contrarreloj, pero es una enorme satisfacción cuando ves que todo ha salido bien".