Si una familia incluyese en la cesta de la compra 35 productos analizados por la Unión de Consumidores de Cádiz y escogiese marcas blancas en lugar de productos de marcas tradicionales, ahorraría unos 14 euros.

Las denominadas marcas blancas son productos que se venden con la marca del distribuidor (como Hacendado o Carrefour) pero que en realidad provienen de un fabricante de una marca conocida. La diferencia, según el estudio de la Unión de Consumidores, el precio y el envoltorio, pues la calidad en los 35 productos analizados resultó ser la misma. También queda patente que la diferencia de precio está en un incremento medio de la marca tradicional frente a la blanca de un 26,6%.

Dicho estudio también pone de relevancia que la actual crisis económica ha elevado la preferencia del consumidor por las marcas blancas. Según una encuesta realizada entre un total de 500 consumidores de la provincia de Cádiz, se obtuvo que el 36% de los consultados afirmaron haber cambiado la tendencia de compra de productos de marca tradicional optando por productos de marca blanca.

Igualmente se preguntó a los consumidores sobre la calidad de dichos productos. En este caso un 83% dijo creer que es la misma, frente a un 17% que aún considera que son productos de calidad inferior.

El 98% de los encuestados adquieren normalmente al menos algún producto en su versión de marca del distribuidor. El 93% considera que la compra de marcas blancas supone un ahorro importante para la economía familiar.