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Cádiz

El casco histórico registra en una hora tres incendios intencionados

  • La Policía investiga si los fuegos fueron provocados por las mismas personas· En el que afectó a la finca de calle Torre tuvieron que ser desalojados una treintena de vecinos

Tres fincas del casco histórico se vieron afectadas en la madrugada de ayer, en el transcurso de una hora, por otros tantos incendios que la Policía considera intencionados y que provocaron, en el caso del portal número 49 de la calle Torre, el desalojo de los 30 vecinos de la finca y el traslado de diez de ellos al hospital Puerta del Mar para ser atendidos por inhalación de humo. Los otros fuegos, de menor enjundia, se registraron en un patio interior de Isabel la Católica, 17 y en el exterior de un local comercial en desuso en Calderón de la Barca, 8. Fuentes policiales y de los bomberos confirmaron que los incendios fueron intencionados y que baraja como principal hipótesis que fueron provocados por el mismo grupo de personas.

El primer incendio se registró sobre las tres de la madrugada en Isabel la Católica. Allí ardió un cochecito de bebé que se encontraba en el patio interior y que pudo ser apagado por los propios vecinos antes incluso de que llegaran los bomberos. Quince minutos más tarde ocurrió el segundo incendio, en este caso en unos contenedores que se encontraban, junto a otros materiales según los bomberos y la Policía, ante un local comercial que se encuentra cerrado desde hace algunos años. Los miembros del Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz emplearon unos 500 litros de agua para sofocar este fuego. A ambos siniestros se desplazaron unidades de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía, que efectuaron batidas por la zona para tratar, sin éxito, de localizar a algún posible culpable del incendio.

El tercero, sin duda el más grave, ocurrió unos minutos después de las cuatro de la madrugada en la finca situada en el número 49 de la calle Torre, en el tramo comprendido entre Hospital de Mujeres y Encarnación. El fuego, según una nota de prensa de Bomberos, se originó en el fondo de un pequeño pasillo de la planta baja de la finca, junto a una vivienda, la del bajo derecha, que se encontraba desocupada. En el lugar había diversos materiales de construcción. Algunos de ellos facilitaron la combustión y una rápida propagación de las llamas. Se produjeron varias explosiones y el reventón de la puerta de la citada vivienda de la planta baja. El humo inundó de inmediato la caja de escaleras. El fuego alcanzó la instalación eléctrica de la finca, que quedó completamente inutilizada, dejando cables colgando y provocando chispazos junto a una reja metálica.

Algunos vecinos trataron de salir de sus casas. Unos lo lograron y subieron a la azotea, precisamente el lugar hacia donde se dirigía el humo al hacer de tiro de chimenea el hueco de escalera, pero otros se quedaron en sus casas y salieron a los balcones. Explican los bomberos que la temperatura provocada por el incendio produjo daños en el enfoscado y revestimiento del rellano, al tiempo que reventó los cristales de las ventanas que daban a la vía pública.

La primera preocupación de los bomberos y de las fuerzas de seguridad desplazadas al lugar, adonde también llegaron varias ambulancias, fue la de rescatar a las personas atrapadas en el edificio. Para ello se retiraron los cables que estaban produciendo chispazos y se trató de controlar la situación para que se pudiera evacuar el edificio con el menor humo posible. Las primeras personas evacuadas fueron cuatro vecinos que se habían refugiado en la azotea, donde inhalaron una gran cantidad de humo según los bomberos, y los inquilinos de un piso bajo. Todos, eso sí, tuvieron que esperar a que se sofocaran las llamas y la situación estuviera controlada. En la evacuación intervinieron también los agentes de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía.

Los bomberos tuvieron que sanear revestimientos de techos y paredes, y desmontar cristales que habían reventado con el calor y que podían caer a la vía pública. Personal de Eléctrica de Cádiz cortó el fluido eléctrico, mientras que también se cortó la llave general de agua. En total, los miembros del Consorcio emplearon 700 litros de agua, cuatro equipos de respiración autónoma y diversas herramientas de mano.

Acabado el trabajo de los bomberos, que abandonaron la calle Torre sobre las 6.22 horas, le tocó el turno a los técnicos municipales de Urbanismo, que decidieron precintar la finca, y a los agentes del grupo de Policía Científica, que efectuaron una inspección ocular y recogieron diversas muestras y objetos. Los funcionarios policiales también acudieron a Isabel la Católica y Calderón de la Barca. Aunque será el análisis de las muestras el que lo confirme, la primera impresión es que el autor o los autores de estos hechos no utilizaron ningún acelerante, como por ejemplo gasolina, para propagar las llamas con más rapidez.

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