Del I Taller Participativo de Integración Puerto Ciudad que llevan a cabo la Universidad de Cádiz y la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz pudo desprenderse que los gaditanos parecen estar más de acuerdo de lo que parece en cuanto al uso al que hay que destinar los suelos que quedarán sin tarea a raíz del traslado definitivo de los contenedores hasta su nueva terminal.

Este primer taller celebrado la semana pasada en el Edificio Constitución 1812 de la capital dio como resultado que los gaditanos que se están mostrando activos en todo este proceso no quieren que los 300.000 metros que ahora quedarán a disposición de la ciudad se destinen ni a usos residenciales o apartamentos turísticos ni a la construcción y apertura allí de un gran centro comercial. En esta última conclusión, una salvedad, los participantes a este taller orientado por la APBC y por la UCA sí considerarían positivo alguna actividad comercial pero a modo de pequeñas tiendas que pudieran cubrir las necesidades de última hora, sobre todo de los cruceristas minutos antes de subirse al barco.

Los participantes en el proceso participativo quieren, como mucho, tiendas pequeñas

Y no sólo parecen estar de acuerdo en cuáles no deben ser los usos sino que demuestran una cierta concordancia a la hora de indicar cuáles sí debe ser el destino prioritario de esos terrenos, hasta ahora ocupados por contenedores.

De los 36 participantes a estos talleres, diez pertenecían al ámbito de la ciencia, diez a la administración pública, cuatro al colectivo de empresarios y 12 representantes de la sociedad en general.

El catedrático Juan Manuel Barragán, coordinador principal de todo este proceso participativo denominado Espacio de encuentro puerto y ciudad, destacaba tras el citado taller que "hay una importante base de acuerdo entre los distintos participantes". "Buena parte de ellos consideran que los terrenos portuarios deben mantener o potenciar las actividades portuarias productivas".

Sean unos usos u otros, los organizadores y máximos representantes de todo este proceso consideran que "los equipamientos públicos deben ser potenciados en el futuro proyecto de integración puerto-ciudad", en referencia, entre otros a equipamientos tales como transporte, instalaciones deportivas o culturales, entre otros, según resalta Barragán.

El este taller participativo que desprendió estos resultados tan peculiares dio comienzo con un debate sobre los resultados obtenidos hasta la fecha en todo este proceso (conferencias, mesas redondas, opiniones de los participantes, informes), que fueron enviados con varios días de antelación a todo aquél que quiso participar en este taller. Igualmente se elaboró una matriz DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades del proyecto de integración) en la que se de recogieron numerosas aportaciones de los participantes, que las iban colgando en un borrador elaborado por la organización mediante pegatinas de colores.

Tras el descanso, se realizó un ejercicio en el que se pedía que, en dos o tres líneas, los participantes expresaran su visión futura del puerto de Cádiz y marcaran con un "Sí" o un "No" un listado de 22 usos y actividades, en función de los que debían o no ser potenciados. En esta actividad, según cuenta el catedrático Barragán, los usos y actividades más destacados fueron los cruceros turísticos y náutica deportiva, y en tercer lugar, de forma más alejada, los museos y exposiciones. Las valoradas de manera más negativa por los participantes fueron la vivienda libre, la vivienda social y el centro comercial.