Cádiz

Los camiones se desvían y alivian la Segunda Aguada

  • La Asociación de Vecinos y los ciudadanos de la zona son conscientes de que el problema continuará hasta que se construya el segundo puente y con él otro acceso

La nueva medida tomada el lunes por el Ayuntamiento de Cádiz de desviar los camiones de menos de 20 toneladas a la Avenida Juan Carlos I ha complacido al presidente de la Asociación de Vecinos de la Segunda Aguada, José Pichardo. De hecho, un mes y medio después de haber llegado a un acuerdo entre ambas partes, se ha cumplido con lo estipulado.

Pichardo comenta que están "relativamente satisfechos de haber conseguido una de las reivindicaciones que llevábamos planteando desde que nos constituyéramos como asociación vecinal a finales del año pasado".

Eso sí, que hayan cumplido con lo estipulado no significa que el problema se haya solucionado, porque ayer por la mañana seguían pasando camiones de todos los tonelajes por la Segunda Aguada. Es cierto que la mayoría que se vieron durante la matinal fueron de gran capacidad, pero también lo es que el número de vehículos que transitaban por la Segunda Aguada y los que lo hacían por la Juan Carlos I era muy desigual, en favor de la primera. El Ayuntamiento no tiene datos del total de camiones que entran en la ciudad, por lo que ahora mismo es imposible realizar una estimación del número que hay de más y de menos de veinte toneladas, para conocer con exactitud el desahogo que esta nueva medida proporcionará a la vía.

El presidente de la Asociación de Vecinos de la Segunda Aguada añade que "en estos momentos no se puede hacer nada más y habrá que esperar a que se construya el segundo puente en la ciudad para que se cree una vía alternativa y definitivamente los camiones dejen de pasar por aquí, por lo tanto, en estos momentos estamos contentos porque han cumplido con lo prometido".

Hay que recordar que las demandas del desvío del tráfico pesado se remontan a muchos años atrás, pero que fue a finales de 2007 cuando las propuestas se radicalizaron y desembocaron en la creación de la agrupación vecinal y en la concentración de unos 200 vecinos de la zona para que la calle dejara de ser considerada como una carretera industrial. Desde ese momento han sido varias las reuniones con la Corporación hasta llegar a la medida actual, conocida el pasado lunes.

La Avenida es la vía principal de la ciudad y por la Juan Carlos I y la Barriada de la Paz no pueden pasar por el poco peso que pueden soportar, así que los vecinos de la zona están condenados a esperar a que se construya el segundo puente, y con él una carretera industrial alternativa, ya que hasta entonces tendrán que seguir soportando a los camiones pasar día tras día.

Francisco Requejo, el propietario de una tienda de golosinas de la Segunda Aguada, dice que lleva mucho tiempo demandando que el problema se solucione por el bienestar de los habitantes de la zona, pero que lo ha dejado por imposible. "Llevo 21 años trabajando aquí y sé que hasta que no se concluya el segundo puente nada se va a solucionar, ya que no hay otro sitio en la ciudad para que el transporte pesado pase". El comerciante continúa afirmando que "el principal problema son los grandes camiones, y estos van a seguir pasando".

"Me llevé muchos años en la asociación de comerciantes, pero cuando íbamos al Ayuntamiento nos decían que se iba a arreglar y después pasaban de nosotros, así que me cansé".

Concluye diciendo que "desde 1997 hay un plan aprobado para cambiar las tuberías principales, pero que mientras los vehículos pesados sigan transitando no se podrá ejecutar".

José Ramírez también lleva muchos años trabajando en la zona y se queja amargamente del "polvo, los ruidos y los atascos que producen", ya que considera que son "demasiado molestos para la zona".

Ramírez coincide con su vecino al afirmar que "hasta que no se construyan el segundo puente y una nueva vía de acceso al puerto no habrá solución para el problema y los ciudadanos seguiremos sufriendo las consecuencias. Está claro que ahora lo único que podemos hacer es sentarnos y rezar para que en 2012 esté todo finiquitado y dejemos de sufrir el horrible humo de los camiones que pasan por aquí".

Una circunstancia que empeora la situación de la vía es el hecho de que, desde hace unos meses, está de obras, y la calzada para automóviles se está estrechando en favor de las aceras para los peatones, algo que no favorece el paso de los camiones y, concretamente en el cruce de la Segunda Aguada con Trille, resulta imposible que pasen dos grandes camiones a la vez, teniendo que esperar uno de ellos para que el otro pueda atravesar la calle. Hay que tener en cuenta, además, que se trata de una zona muy poblada.

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