La XXII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado tiene un presupuesto de 4,9 millones de euros. No corren tiempos de abundancia en la economía española y, a pesar de que han pasado siete años, el dinero destinado al evento se ha reducido en un 50% con respecto a la de Salamanca. También es verdad que aquella tenía un día más de duración, lo que hace que se multipliquen los gastos.

Hasta ahora en España las cumbres que se iban celebrando, no sólo las iberoamericanas, se financiaban exclusivamente de las arcas estatales. En plena época de crisis, se está agudizando el ingenio y se ha acudido a financiación externa para cuadrar el presupuesto. De este modo, la Cumbre Iberoamericana tiene numerosos patrocinadores que se van a ir incrementando en los próximos días. Por ejemplo Renfe se encarga del transporte de las delegaciones por vía férrea, mientras que Iberia lo hace por la áerea. Seat, Audi y Volkswagen serán la que aportarán todos los coches oficiales de la Cumbre, que por otra parte van a estar aparcados en el interior del muelle comercial.

Por su parte, el acondicionamiento del edificio de la estación de 1905 en un centro de hostelería para los periodistas y las delegaciones lo va a llevar a cabo Fomento de Construcciones y Contratas (FCC). De esta manera no le cuesta un euro al Estado.

Para este equipamiento se ha abierto un concurso público de explotación para el que se han presentado varias empresas gaditanas que darán las comidas a las delegaciones y a la prensa acreditada durante los dos días que dure la Cumbre.

Se da la circunstancia de que gracias a la Cumbre será la primera vez que se produzca la apertura de esta estación desde su rehabilitación hace ya algunos años.

Estos mismos patrocinios son los que se han intetado buscar para la celebración global del Bicentenario, pero la suerte que se ha corrido no ha sido la misma.