El centenario drago de la Facultad de Medicina de Cádiz no ha podido sobrevivir. Cuando se cumplen dos años de que el temporal lo abatiera, se ha confirmado lo que se temía desde el principio.

El 8 de marzo de 1991 el fortísimo viento derribó el árbol. Apenas se pudieron salvar tres brotes verdes de su hasta entonces frondosa copa. Durante estos dos años se ha creado un pequeño jardín rodeando el famoso drago, a la vez que se plantaba uno nuevo.

Los especialistas han cuidado en este tiempo el drago herido, aunque consideraban muy difícil su recuperación. Sin embargo, el decano de Medicina, Francisco Gómez, manifestó ayer que los restos del drago seguirán en el jardín de la Facultad.

La conexión entre el drago y los ciudadanos de Cádiz era más que evidente. El alcalde, Carlos Díaz, llegó a manifestar su deseo de que pequeños trozos del árbol sirvieran de recuerdo, lo que no llegó a realizarse.