Un centenar de aviones norteamericanos, británicos y franceses atacaron ayer las baterías antiaéreas desplegadas por Irak al sur del paralelo 32. El ataque duró noventa minutos y, según un portavoz de la Casa Blanca, fue 'selectivo'. Estados Unidos se reservó la posibilidad de atacar de nuevo y anunció el envío de nuevos efectivos militares a la zona.

Irak, cuyo despliegue de misiles estaba contraviniendo lo dispuesto por la ONU, anunció ayer una nueva 'guerra santa' contra Occidente. Sadam Husein, utilizando la misma vehemencia verbal que en la Guerra del Golfo, anunció una victoria de sus tropas.

Al mismo tiempo, el embajador iraquí en la ONU, manifestó la intención de su Gobierno de aceptar los vuelos de reconocimiento y permitir la llegada de observadores internacionales.

Kuwait, por su parte, se mostró descontento por el carácter 'limitado' del ataque aliado.