Cádiz

Los 105 años de una superviviente del primer centenario de La Pepa

  • Rosario del Río conserva lúcida la cabeza y canta coplas antiguas de Carnaval rememorando lo que compuso su hermano, 'Fletilla', en su barrio de El Mentidero

Rosario Del Río Díaz canta una copla antigua de Carnaval sentada en su butaca. Esto no sería noticia si no se tratara de una anciana de 105 años. Ayer los cumplió tan contenta y lúcida en su domicilio de la calle Santiago Terry. Su médica de cabecera, Pilar Cordón, y la edil de IU Blanca Marzán, ambas amigas de Rosario por sus trabajos en el centro de salud de la calle Cervantes, quisieron homenajear a tan longeva gaditana del barrio del Mentidero, donde vivió hasta hace seis años. "He conocido mucha hambre. No sé cómo he llegado a la edad que tengo", reconocía. Con cierta sordera como único achaque y la pena de no poder bajar a la calle, Rosario presumía ayer de ser hermana de Ramón Díaz 'Fletilla', de ahí que se arrancara en varias ocasiones cantando tangos.

"Creo que soy la mujer más antigua de Cádiz", decía. Piropos para su médica y sus hijos. Le quedan vivos seis de los diez que tuvo. Tres hombres y tres mujeres. Dos de ellos estaban ayer con ella, Juan y Manolo. La mayor tiene 82 años y el menor 63. "Mi vida es una historia", apuntaba antes de comentar que su padre, Ramón del Río, fue periodista de 'Diario de Cádiz'.

"Ella es muy coqueta", contaba Pilar Cordón. Por eso no quiso hacerse las fotos con la manta ni la bata que le cubrían sentada en su butaca. Recibió la tarta de sus hijos con un traje marrón a modo de hábito carmelitano, por aquello de su vinculación al Mentidero, porque Rosario es de la calle Adolfo de Castro. De toda la vida. Y qué vida. Una superviviente del primer centenario de La Pepa.

Ante la tarta, Rosario expresó un deseo: "Que a todos los seres queridos le de Dios mucha salud y a ustedes -refiriéndose a los periodistas- al menos la mitad de lo que he vivido". Esto provocó risas en los informadores, que consideraban bien poco llegar sólo a los 52 años y medio de vida.

De buen comer y con la cabeza despejada, Rosario del Río se encamina a los 106 años. "No creo que llegue", admitió. Todos los presentes le regañaron por tan pesimista afirmación. Esperemos que no acierte en sus previsiones.

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