Cádiz

Zarrías se hace más gaditano

  • El consejero de Presidencia recibió el bautismo laico del Ateneo en el ventorrillo El Chato

El consejero de Presidencia y presidente del Consorcio del Bicentenario, Gaspar Zarrías, recibió anoche el bautismo laico gaditano en un curioso acto celebrado por el Ateneo de Cádiz en el Ventorrillo El Chato, el mismo enclave en el que 63 años atrás se hizo lo mismo con José María Pemán en homenaje a su nombramiento como presidente de la Real Academia de la Lengua Española. Ignacio Moreno, presidente del Ateneo, procedió a sacar de la pared del sótano del restaurante el ánfora donde presuntamente se guardan las esencias del gaditanismo. La costumbre interna del Ateneo, que homenajea así cada año a sus socios no gaditanos, se convirtió anoche en un evento especial por la jerarquía del personaje.

Moreno contó cómo el día que propuso a Zarrías el bautizo le dijo que Cádiz "espera hace dos siglos a un político que se decida a invertir el dinero público en infraestructuras y ponga a la ciudad en el mapa de la competitividad, y este papel bien podría ocuparlo usted". Seguidamente, el presidente del Ateneo relató el contenido de las esencias del tipismo gaditano: agua de La Caleta, arena de la playa, sal, levante y poniente, gotas de vino de la tierra, aires de gracia y humor, esencias de libertad, resonancias flamencas y carnavalescas, y algo fenicio, genovés e hispanoamericano. "Todo ello sazonado da Cádiz en estado puro", recalcó Moreno.

Después de invocar a Palas Atenea llegó el momento del bautismo laico. "Que te sea propicio y te proteja siempre con el fin de defender a Cádiz y a su cultura con el honor y la valentía que sabemos que tienes", declaró Moreno con solemnidad. José Manuel Córdoba, propietario de El Chato, interpelado por Ignacio Moreno juró "por mis manos y por mi jeta, que este agua es de La Caleta". Moreno mojó un ramito de romero en el agua caletera y lo pasó por la cabeza de Zarrías, que recibió así, según confesó, el primer bautismo de su vida.

El consejero de Presidencia destacó en su intervención que para él no era una obligación y sí una "devoción" convertirse en más gaditano si cabe. Zarrías recordó que durante 15 meses sirvió a la patria en los cuarteles de Varela. "En mis ratos libres recorría calle a calle desde Puertas de Tierra hasta el barrio de La Viña. Aprendí a comer pescado en Cádiz y conocí aquí a muchos amigos ahora insuperables políticos", manifestó en sus primeros segundos de gaditano. Zarrías aseguró que le apetecía "ser más gaditano que lo que soy" y apuntó que sus jornadas de descanso junto a su familia las pasa "en El Puerto de Santa María contemplando Cádiz".

Gaspar Zarrías hizo referencia al bicentenario y pidió al Ateneo "un papel de relevancia" en la efeméride. Sobre el 2012, el presidente del Consorcio señaló su deseo de que sea "una fecha que quede en la memoria de los que estamos y de los que vengan". El consejero mostró su convencimiento de que el esfuerzo colectivo en el bicentenario convertirá a Cádiz en referencia del constitucionalismo "y la ciudad sea la que demandan los gaditanos en cuanto a equipamientos e infraestructuras".

El acto contó con la presencia de José Antonio Gómez Periñán, delegado de Gobernación de la Junta en Cádiz, y de María Luisa García Juárez, gerente del Consorcio del Bicentenario. Otros miembros del Ateneo también se dieron cita en el Ventorrillo El Chato.

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