Cádiz

Vila considera "insalvables" el pliego y el PGOU para los chiringuitos

  • El concejal de Urbanismo evidencia la marcha atrás que ha dado el Ayuntamiento en la transmisión de la titularidad de las concesiones a pesar de haber realizado este trámite

Dos chiringuitos en la playa de La Victoria.

Dos chiringuitos en la playa de La Victoria. / jesús marín

El Ayuntamiento sigue teniendo dudas del proceso que inició el pasado mes de noviembre para la transmisión de las concesiones de la ocupación del Dominio Público Marítimo-Terrestre en favor de los dueños de los chiringuitos de las playas. Una inseguridad sobre el trámite que inició ante la Junta de Andalucía que ayer volvió a evidenciar el concejal de Urbanismo, Martín Vila, que mostró de manera clarividente la marcha atrás que está dando el Consistorio en este asunto. Vila afirmó ayer que el Consistorio ha expresado a los empresarios durante las reuniones que han mantenido ambas partes que existen "cuestiones insalvables" en esta materia, como son "un PGOU que marca unos límites y un pliego actualmente en vigor". Es decir, dos elementos que darían al traste con las pretensiones de los empresarios, que son aumentar la superficie de sus negocios, ampliar la apertura durante todo el año y extender las concesiones a 30 años, tal y como se recoge en el Reglamento General de Costas.

Estas manifestaciones las realizó ayer Vila ante la propuesta de resolución de la Junta que desestima las alegaciones presentadas por el Ayuntamiento a la modificación sustancial de las concesiones pedida por los empresarios para conseguir sus objetivos. El Consistorio tiene hasta hoy para contestar a la decisión de la Administración autonómica. Según Vila, "sobre estos dos parámetros -por el PGOU y el pliego de condiciones- facilitaremos todo lo que esté en nuestras manos, pero a partir de ahí no podemos movernos".

Estas dos normativas chocan con las intenciones de los hosteleros

Estas dudas se suman a la diferente consideración que dan la Junta y el Ayuntamiento al expediente que se inició con un decreto de Alcaldía para traspasar la titularidad de la ocupación de las playas por parte de los chiringuitos a sus propietarios. La Administración autonómica afirma que este proceso está cerrado tras notificarse el pasado 30 de noviembre que se había realizado el trámite y no presentarse ninguna alegación por parte del Consistorio durante los dos meses de plazo. Sin embargo, Vila remarcó ayer a la pregunta sobre el perjuicio económico que puede suponer para el Ayuntamiento no cobrar el canon por la explotación de los negocios que "lo que, al menos, nos transmiten desde la Delegación de Contratación municipal es que no hay ninguna transmisión de la concesión. Por tanto, el Ayuntamiento sigue cobrando un canon porque es el que obra respecto al pliego de condiciones".

De esta forma, la colisión de las competencias deja en el aire el futuro de este asunto, sobre todo por la actual postura municipal. Y es que la Junta cree que el asunto está cerrado, mientras que el Ayuntamiento, tal y como dijo ayer el propio Vila, considera que sigue siendo el titular al no haberse formalizado el contrato para la transmisión, tal y como indicó el Consistorio en las alegaciones. A este respecto, fuentes de la Junta de Andalucía aseguraron a este medio el pasado martes que este asunto "no tiene nada que ver con la ocupación del dominio", que es de lo que trata la transmisión de la titularidad, por lo que posteriormente a este trámite "las partes firman el contrato de negocio jurídico", lo que tiene relevancia para "los registros mercantiles".

Con todo, y a la espera de la nueva contestación del Ayuntamiento a la Junta, el actual parecer del Consistorio supone un nuevo vaivén en un asunto complejo. Y es que desde finales de 2015 se lleva buscando un encaje a la petición de los chiringuitos de adaptar las condiciones que se incluyen en el pliego para la explotación de las concesiones a lo que marca el Reglamento General de Costas.

Así, en aquella ocasión el asunto se solventó con un permiso en precario dependiente de una posterior petición para la modificación sustancial de las concesiones con el objetivo de conseguir la permanencia durante todo el año y ampliar la superficie a ocupar por las instalaciones.

Sin embargo, ya en 2016 comenzaron a aparecer las dudas en el Ayuntamiento gaditano, que volvió a solicitar a finales de octubre un permiso extraordinario, que fue rechazado por la Junta al exigir que se tramitara la modificación sustancial de las condiciones de las concesiones.

Este paso lo dio en dos direcciones el Ayuntamiento. Por un lado, solicitó la citada modificación sustancial para permitir la apertura de los establecimientos durante todo el año, mientras que, por el otro, pidió la variación del Plan de Explotación de Playas hasta 2019 para dar cabida a la ampliación de las terrazas.

Como fruto de las negociaciones que en todo este tiempo se han desarrollado a tres bandas -empresarios, Junta y Ayuntamiento-, el Gobierno local desistió de realizar estas modificaciones al hallarse como solución la transmisión de la titularidad de las concesiones de ocupación, dejando de ser el Consistorio un intermediario entre los hosteleros y la Administración autonómica.

Sobre esta decisión, el Ayuntamiento mantuvo sus dudas, aunque finalmente accedió al firmarse un decreto de Alcaldía, que dio como resultado la resolución a favor de la Junta el pasado 29 de noviembre.

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