12 de febrero de 1903. El día de ayer amaneció con la ciudad en estado tenso por la huelga iniciada por los obreros del astillero gaditano y secundada por otros sectores de la población. Los obreros panaderos se han sumado a la huelga y en los hornos han tenido que trabajar soldados enviados por el gobernador militar. A las doce de la mañana el paro era total en la población, con la Guardia Civil a caballo patrullando por las calles y con numerosos trabajadores concentrados en la plaza de San Juan de Dios. Se dio la coincidencia de que cuando mayor era la reunión de obreros salió del hospital de San Juan de Dios un entierro que no guardaba relación con la huelga. Pese a ello, los obreros decidieron acompañar el cadáver. Cuatro de los huelguistas cogieron el féretro y se dispusieron a llevarlo, dando voces, por el centro de la población, lo que fue evitado por los guardias que ordenaron la conducción del cadáver por los sitios de costumbre. Imposible calcular el número de personas que iba en el cortejo fúnebre. Al atravesar la calle Sopranis comenzaron las voces de "viva la anarquía". En la explanada de las Puertas de Tierra, los huelguistas comenzaron a apedrear a la Guardia Civil. Sonaron unos disparos y los Guardias Civiles hicieron uso de sus mauser. El coronel del regimiento de Alava, salió del cuartel y consiguió parar el tiroteo entre guardias y huelguistas.