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Una más para Santa María

  • La comunidad religiosa de concepcionistas sumó ayer una nueva monja de 22 años mientras siguen en Feduchy esperando poder regresar a su casa

Dos concepcionistas de Santa María, en una imagen de archivo.

Dos concepcionistas de Santa María, en una imagen de archivo. / JULIO GONZÁLEZ

Más de una década lleva Santa María sin monjas, y las monjas concepcionistas sin Santa María. Un tiempo que se pensó sería breve (cuando se firmó el convenio con la Junta de Andalucía para rehabilitar todo el convento y se presentó incluso el proyecto del futuro edificio), que luego se tornó en interminable (cuando se rompió el acuerdo con la administración andaluza) y que a día de hoy es del todo incierto (después de que la asociación creada para la recuperación del monasterio programara la rehabilitación de un pequeño espacio que iba a contar con financiación municipal comprometida por el anterior equipo de gobierno). Y lejos de desfallecer, o languidecer en esta década fuera de su casa, la comunidad religiosa de concepcionistas se sigue fortaleciendo con la llegada de nuevas monjas.

En la jornada de ayer, fiesta de la Inmaculada Concepción, celebró su profesión temporal una nueva religiosa que se incorpora a la comunidad concepcionista de Santa María (que desde el año 2007 reside en el otro convento de franciscanas de la ciudad, el de la calle Feduchy). Se trata de Sor María Débora del Amor de Dios, una mejicana de 22 años que formaba parte de las comunidades neocatecumenales y que decidió dedicar su vida a la oración y la actividad contemplativa entre los muros de un monasterio de clausura.

La profesión temporal es el primer paso para constatar la decisión de ser religiosa, después del período de noviciado, que ya esta monja concepcionista había realizado en el monasterio de Feduchy. Con el ingreso de Sor María Débora son actualmente cuatro las hermanas profesas de Santa María, a las que se une una quinta aspirante que actualmente está en período formativo.

"Ella está muy ilusionada", comentaba a este periódico la abadesa de Santa María, Madre María Luz, que destacaba que con esta nueva incorporación se constata que en el convento "hay gente joven", lo que de alguna forma reafirma el futuro de la presencia concepcionista en la ciudad, en una época en la que las órdenes religiosas (sobre todo las masculinas) están en pleno proceso de repliegue y están cerrando las casas y conventos.

Con estas fuerzas renovadas y el impulso del rejuvenecimiento de la comunidad siguen las religiosas concepcionistas esperando noticias del regreso a su monasterio de Santa María. Nada se sabe, por ahora, del proyecto de rehabilitación de la antigua casa del capellán (una pequeña estancia del amplio monasterio que va a ser rehabilitada para permitir el regreso de las monjas). "Nadie que ha ido al convento pidiendo ayuda se ha ido nunca con las manos vacías. Ahora somos nosotras las que necesitamos esa ayuda para que el monasterio siga adelante", imploraba a la ciudadanía la Madre María Luz, que ponía de relieve la labor "más bien oculta" que realizan estas monjas de clausura que han incrementado su número y que siguen esperando volver a Santa María.

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