Un año perdido, ineficacia, falta de participación, labor destructora, pobreza, nivel de actuación bajísimo. Poco o nada de bueno tuvo el primer año tras la nueva era Teófila para Rafael Román, un año más en la oposición.

Y dicen estar tanto él como su grupo municipal cansados de que el Partido Popular use todos los meses el salón de plenos como escenario de mítines políticos para darle "leña al mono, que somos todos los que estamos aquí sentados". Así, para hacer más fácil y más amena su exposición, Román optó por dividir el año de Teófila en dos: el antes y el después de las elecciones generales y autonómicas. "Antes se dedicaron a prepararlo todo para la campaña y después en pagar con nosotros toda la rabia contenida tras el triunfo en Madrid y Sevilla".

Román considera que el PGOU se usó para la precampaña y que su aprobación se usará para las próximas municipales, demostrando así pocas esperanzas de que el documento sobre el futuro urbanístico de la ciudad se conozca al menos hasta dentro de unos años.

Y el portavoz del grupo municipal del PSOE tocó en su discurso-balance la marcha de Loaiza, el uso del Centi, el castillo de San Sebastián, el carril bici, las salinas, el Hotel Atlántico...

Y como respuesta, el pataleo: "nada de lo que proponga el PP en los plenos recibirá nuestra aprobación para "así no seguirle el juego, todo un ataque frontal".

Finalmente, Román entró en el capítulo de los "espero": "espero aún el expediente sobre el contrato de limpieza, espero algo sobre San Sebastián, espero el contrato del arquitecto municipal que trabaja para el PGOU, espero el expediente de las banderolas, espero entrar en el consejo de administración de Onda Cádiz". Mal balance de este "año perdido".