lotería

El Niño se porta bien en Cádiz y San Fernando

  • El año empieza con una pizca de suerte en la Bahía al venderse varios décimos del segundo premio

No ha empezado el año mal en la Bahía. Casi como terminó. Si la lotería de Navidad se acordó de Cádiz en el último sorteo de 2016, también el primero de 2017 ha dejado un pellizco aún indeterminado de euros tanto en Cádiz como en San Fernando, donde se vendieron varios décimos del número 18.442, segundo premio en el sorteo de El Niño de ayer.

En la capital la suerte rondó con éxito la papelería Candem, un establecimiento receptor de loterías ubicado en la avenida José León de Carranza, 16 que vendió el segundo premio. Juan Antonio Martín y Marián Sifferle son los responsables de este joven establecimiento, con apenas año y medio de vida, que ya sabe lo que es repartir segundos premios tanto en Navidad, como ocurrió en 2016, como ayer en El Niño. Juan Antonio expresa su alegría a este periódico, pero no puede confirmar cuántos décimos ha podido vender del 18.442 porque Loterías del Estado aún no les había confirmado la cifra.

En diciembre de 2016 vendieron 33 décimos del número agraciado con el segundo premio, algo más de cuatro millones de euros, y un segundo premio también de su sorteo de Bonoloto hace unos, pero en esta ocasión Juan Antonio cree que la cifra es menor aunque hasta el lunes no podrá saberlo con certeza. Por cada décimo que se haya vendido en la papelería de este nuevo segundo premio se repartirán 75.000 euros.

La mañana de Reyes dejó también ayer una pizca de suerte en La Isla. El segundo premio del sorteo de El Niño dio una pequeña alegría en el establecimiento de la avenida Al Ándalus 16, cerca de Hornos Púnicos, donde se vendió uno de los décimos del número afortunado, el 18.442. La noticia se conoció pasado el mediodía. Se trata de la papelería regentada por Juana Petra Gutiérrez y su familia, que ya en el sorteo de Navidad del pasado día 22 estuvo marcada por la suerte al vender también un décimo de uno de los quintos premios. En ambas ocasiones -explicaron- fueron décimos vendidos por máquina. Nada saben de la identidad del afortunado y, a pesar de la escasa cuantía del premio, están sumamente alegres y contentos por seguir repartiendo algo de suerte entre los vecinos de San Fernando.

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