"Convertir al peatón de nuevo en el amo de la ciudad". Este es el principal objetivo de la recién creada Asociación Gaditana de Peatones La Zancada, según su presidente, Moisés Velasco Zapata. Se trata de una entidad constituida el pasado jueves 9 de marzo que "quiere ser un grupo de acción, de combate, de denuncia y que hace propuestas", en palabras de Moisés Velasco. Tiene como ámbito de actuación las ciudades de la Bahía, pero ha comenzado centrándose en la capital gaditana.

Para esta entidad, los ciudadanos de Cádiz viven "sometidos al tráfico motorizado, algo que sufren muy especialmente las personas con movilidad reducida, y la calidad de vida urbana queda gravemente dañada". Destaca la escasez de los espacios peatonales para el libre esparcimiento ciudadano, los altos índices de ruido y emisiones contaminantes, además del aumento del número de peatones víctimas de atropello por vehículos motorizados.

Según esta entidad, en Cádiz, los ciudadanos viven "sometidos al tráfico motorizado"

Y toda esta situación es la que quiere cambiar La Zancada. Por ese motivo, se ha marcado como finalidad "invertir la prioridad que se le ha dado al coche frente a la movilidad peatonal", señala Velasco, quien sostiene que debe haber una jerarquía en el modelo de movilidad, dándose preferencia a los desplazamientos de los peatones, seguidos del ciclista y el transporte público, frente a los realizados en vehículos particulares motorizados.

Así, declara que desde la asociación denunciarán las situaciones en las que se incumple esta jerarquía y la legalidad vigente, poniendo como ejemplo la relativa al acerado, que en muchas calles de Cádiz no se cumple.

"Queremos que se amplíen los espacios peatonales, que se invierta en infraestructuras para el peatón, que se peatonalicen espacios públicos, que se amplíen aceras, que se restrinja el tráfico motorizado en el casco antiguo y, sobre todo, que se garantice el derecho a la movilidad peatonal, especialmente entre las personas más frágiles, como niños, personas mayores, personas con discapacidad y cualquiera con dificultad para transitar por la vía pública", detalla.

En definitiva, se trata de "convertir al peatón de nuevo en el amo de la ciudad. No solo para circular, sino para que se creen espacios de convivencia, para la conversación, para el juego y el encuentro de los ciudadanos. Crear espacios públicos estanciales de calidad".

Teniendo en cuenta todo esto, los estatutos de la entidad recoge entre sus fines: defender el derecho ciudadano a desplazarse peatonalmente de manera segura, cómoda y sin barreras, en un entorno no contaminado atmosférica o acústicamente; promover un modelo de ciudad que anteponga la función estancial, de convivencia y de integración social del espacio público a las de circulación y estacionamiento en superficie de vehículos motorizados privados; reclamar la inclusión de los interese de los viandantes en la agenda social y política, en la planificación urbana y en el futuro desarrollo de la ciudad; velar por el cumplimiento de las normativas que incumban al peatón, así como salvaguardar los derechos de las personas en orden a elevar su disfrute del espacio público y por ende su calidad de vida, y reivindicar el derecho a la ciudad como proyecto colectivo y democrático, pensado para satisfacer las necesidades humanas frente a la apropiación y el beneficio privado.

Según Moisés Velasco, Cádiz lleva dos décadas de retraso en la aplicación de políticas en favor del peatón, de la movilidad sostenible, de la accesibilidad y de la recuperación del espacio público para la ciudadanía. Por ello, afirma que "no es momento de tratar de cambiar las cosas con pequeños pasos, es necesario dar pasos de gigantes. Es el momento de las zancadas".