Programa 00 años de mar

Mañana de visitas guiadas a toda la flota

  • Miles de personas visitaron ayer en el Puerto de Cádiz los cinco barcos que llegaron a la ciudad para celebrar el Tricentenario

El sábado a mediodía, el programa 300 años de Mar, puesto en marcha para celebrar el Tricentenario del traslado de la Casa de Contratación, reunía en el Puerto de Cádiz, -Muelle Ciudad y parte del Alfonso XIII-, una muestra de buques escuela y oceanográficos españoles entre los que se encontraban el buque escuela Juan Sebastián Elcano, y los buques oceanográficos Malaspina, BO Margalef, M. Oliver y UCADIZ.

Toda la flota pudo visitarse de 10:00 a 12:00 de la mañana. Largas colas de familias y grupos de amigos esperaban para subir a las distintas embarcaciones.

El más visitado fue el Juan Sebastián Elcano, que según Miguel Ángel, cabo primero del Buque Escuela, recibió a más de 1.000 personas en dos horas. Los visitantes salían emocionados tras pasear por la cubierta del buque. "Lo que más nos ha impresionado ha sido la altura de los mástiles", comentaba un matrimonio burgalés. Para Pablo Portela, de 10 años, lo más interesante fue los camarotes, algo que pudo visitar gracias a que su abuelo fue contramaestre del buque escuela.

Tanta era la afluencia de visitantes al mismo, que el horario de visita tuvo que cerrar antes de lo previsto, a eso de las 11:30 de la mañana, ya que la gente se quedaba horas en cubierta fotografiándose y observando los detalles del barco. Según comentó Jesús Casal, voluntario de la UCA para las visitas y estudiante de Ciencias del Mar, "ayer tuvimos que cortar la fila a las 19:00 y los últimos visitantes se bajaron del barco a eso de las 21:00", explicaba en referencia al viernes.

Los oficiales se prestaron a hacerse la foto con los invitados a cubierta, a los que dejaban sus gorras mientras ponían su mejor sonrisa.

La gente vino desde todos sitios para entrar en el impresionante buque escuela, "ha venido gente desde Málaga, Granada, etc; y han esperado colas de hasta una hora y media para ver Elcano", comentaba Jose María Riaza, otro voluntario de la visita guiada a la flota.

El resto de barcos tampoco se quedaron cortos de visitantes. El Miguel Oliver recibía 20 visitas cada 10 minutos y la cola en el barco de la UCA era de más de media hora para subir a bordo. Las filas de gente eran infinitas hasta momentos antes del cierre y muchos esperaban en ellas para ver si contaban con la suerte de poder subir a alguno de los oceanográficos a última hora.

Alberto Boubet, capitán del Margalef, procedente de Vigo y que ha venido a la ciudad expresamente por el Tricentenario, calculó que a lo largo e la mañana habían subido al barco 300 personas y que todas se quedaban allí al rededor de una hora, ya que se hacían grupos y visitas guiadas donde al que todo el que subieron al barco, se le mostraba los laboratorios en los que se estudia la biomasa así como el puerto de mandos donde muchos pequeños tocaban la bocina y se sentían verdaderos tripulantes. Es el caso de Mario Lucero, que con tan solo siete años, lucía la gorra de capitán y presumía de haber subido a todos los barcos de la flota, aunque aseguró que su preferido había sido el Malaspina.

Ya casi a las doce de la mañana, hora prevista para el cierre, las colas seguían, el Puerto estaba abarrotado y el calor era insoportable, aún así las largas filas persistían porque nadie quería perder la oportunidad de poder subir a estos impresionantes barcos. Los que tuvieron la suerte de ello, disfrutaron de los últimos momentos a bordo, antes de que las embarcaciones partieran hacia sus respectivos destinos.

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