A procesión Magna, con quince pasos que recogían las más destacadas secuencias de la Pasión de Cristo, puso en la tarde de ayer, Sábado Santo, digno colofón a los desfiles procesionales de la Semana Santa de Cádiz. Desde los distintos templos donde radican las cofradías que habían de participar en la procesión, fueron afluyendo a la plaza de la Catedral los diferentes cortejos. La procesión magna no tenía lugar en nuestra ciudad desde 1954 y ha sido una idea de la Junta de Cofradías que ha encontrado, salvo alguna excepción, el apoyo de las hermandades penitenciales gaditanas, pese al esfuerzo y las dificultades que ello representaba.

El itinerario previsto se cumplió perfectamente, a pesar de unas débiles gotas de lluvia que hicieron su aparición durante el recorrido.

Participaron quince pasos de misterio que desfilaron en la tarde del Sábado Santo

El público de Cádiz respondió llenando todas las calles por donde transcurrió la procesión. Los pasos discurrieron por Compañía, Santiago, Candelaria, Montañés, Palillero, Novena, Ancha y San Antonio, donde se daba por finalizada la procesión general.

La procesión oficial la abría la banda de cornetas y tambores de la Virgen de la Luz, a la que seguía la Cruz de Guía y los faroles de la hermandad del Santo Entierro, que todavía ese año realizaba su estación de penitencia en la tarde del Sábado Santo. Seguidamente marchaban los pasos de la Borriquita, Santa Cena, Oración en el Huerto, Columna, Ecce Homo, Sentencia, Caído, Nazareno del Amor, Afligidos, Humildad y Paciencia, Perdón, Descendimiento, Angustias, Urna del Santo Entierro y Virgen de la Soledad.

Detrás de cada paso marchaban tres tambores para marcar el ritmo a los cargadores.

En San Antonio, cada cofradía emprendió el camino de regreso a su templo. Como la hermandad del Santo Entierro realizaba, integrado en la magna, su estación penitencial correspondiente continuó su recorrido habitual hasta Santa Cruz. Formaban en el cortejo un número aproximado de cien penitentes.