La Junta se ha metido de lleno en el proyecto de la Ciudad de la Justicia, sin duda con ganas de quitar el mal sabor de boca que ha supuesto esperar más de una década al inicio de este proyecto, inicialmente en el solar de San Severiano y, al final en la que será la ubicacióbn definitiva en los antiguos depósitos de tabacos en Loreto, cedidos por el Ayuntamiento gaditano.

Tras el primer estudio técnico para ver la viabilidad del proyecto en esta zona, donde será necesario reestructurar varias naves y construir un edificio de nueva planta, la Consejería de Justicia tiene previsto dar pasos administrativos esenciales para el inicio de todo el proceso.

Por lo pronto, esta misma semana se van a adjudicar los contratos relativos al proyecto de evaluación de la Ciudad de la Justicia, tras su licitación y referidos al servicio de análisis estructural, patológico y constructivo de todos los inmuebles que componen los depósitos de tabacos; el servicio de estudio geotécnico de terrenos y el servicio de levantamiento planimétrico de edificios y topográfico de los inmuebles.

Tras todo ello, la intención de la Consejería es proceder a la licitación del proyecto de ejecución de la obra a lo largo de este año.

Todos estos trámites permitirán definir exactamente el número de edificios que van a componer la Ciudad de la Justicia, ya que el Ayuntamiento, tras una petición de la Consejería, ha autorizado la cesión de al menos una de las naves que iban a tener uso municipal. Por el momento, se baraja el coste de la operación en unos doce millones de euros, aunque este dinero podría incrementarse con la planificación final.

En uno de los extremos de la manzana, sobre la construcción en planta baja ahora existente, la Junta tiene posibilidad de construir otro edificio en altura para complementar futuras necesidades judiciales en la ciudad. De este modo, aunque los jueces ya han dicho que prefieren que la sede de la Audiencia permanezca en la Cuesta de las Calesas, habría espacio acondicionado en Loreto para dar cabida también a estas dependencias.

En el resto del complejo tabaquero, que se encuentra sin uso alguno desde hace años, el Ayuntamiento podrá actuar en parte gracias a los fondos de la ITI, apostando por usos relacionados con las empresas limpias y sostenibles y con espacio para las actividades comunitarias.

La pastilla junto a la avenida de Juan Carlos I está en manos de Altadis, para la construcción de viviendas de renta libre.