turismo

El Hotel Argantonio se centra en la calidad para ampliar sus instalaciones

  • La anexión de un edificio colindante permite habilitar cinco nuevas habitaciones y la mejora de sus servicios

De un problema puede surgir una oportunidad para poder hacer más grande un negocio. El Hotel Argantonio, situado en la calle del mismo nombre en el centro de la ciudad, inició en 2014 un proceso de ampliación de sus instalaciones casi de manera obligada. La finca colindante, en la esquina con la calle General Luque, filtraba agua a través de una medianera a este establecimiento hotelero, lo que inhabilitó hasta tres habitaciones por la cantidad de humedad que tenían. Esto hizo que no fueran aptas para ofrecérselas a unos clientes que buscan la calidad y el encanto. De esta adversidad salió la posibilidad de anexionar este edificio para aumentar los servicios y el número de habitaciones.

El resultado, a falta de algunos retoques con la ampliación de las escaleras y la terminación de la escalera contra incendios, ya lo disfrutan los huéspedes del Hotel Argantonio, que ha pasado a tener 19 habitaciones. En este camino, se han construido cinco nuevas habitaciones, de las que dos son individuales, dos son dobles superior y la restante es una preciosa suite junior con unos 47 metros cuadrados que cuenta un dormitorio, un baño con bañera y placa de ducha, un salón y un vestidor. Sin embargo, durante las obras se han tenido que perder dos habitaciones del hotel originario por la instalación de la escalera contra incendios.

"De un mal hemos ganado un bien", resume María Teresa Reyes, propietaria del Hotel Argantonio, de lo que ha significado el proceso de ampliación de este establecimiento hotelero. Para ello, una vez que se constataron los problemas que estaba ocasionando el edificio contiguo, se puso en marcha la maquinaria. En esta finca, que data de 1700, había un ultramarinos en el bajo y viviendas. El escaso tamaño de la planta del edificio hacía que fuera considerado como infravivienda, por lo que no se podía alquilar, además de que la propiedad, según Reyes, "no quería hacer obras", por lo que "la vida nos obligó a hacer cosas no proyectadas". "Cuando entramos, la azotea era una piscina", remarca la empresaria para mostrar la magnitud del contratiempo que se había ocasionado por su mal estado.

El resultado ha sido más que satisfactorio desde que las habitaciones se pusieron a disposición del público hace unos meses. Con una inversión en las obras de unos 540.000 euros, un paseo por las instalaciones permite comprobar que todo está cuidado hasta el más mínimo detalle. La obra ha sido muy laboriosa, ya que, comenta Reyes, "se ha intentado reciclar los materiales". Un ejemplo de esto se ve en la restauración de una buena cantidad de las vigas de madera en los techos, lo que le da a las habitaciones un carácter diferente, la reutilización de la argamasa que se encontraba entre los materiales de los muros del antiguo edificio para su rehabilitación o la recuperación de los suelos hidráulicos en las habitaciones. También destacan en el hotel la restauración de algunos muros de piedra ostionera en el establecimiento primigenio, cuya licencia de obras es de 1813, y de ladrillos toscos en la zona nueva, lo que permite tener una idea de la diferencia en la calidad de la construcción de las dos edificaciones.

Las novedades en el Hotel Argantonio se ven desde la entrada, que ahora cuenta con una zona de descanso junto a la recepción. Un mueble de imprenta, también recuperado, preside este espacio, que se completa con unos sofás y una chimenea realizada en piedra.

En el sótano se encuentra una de las curiosidades de las obras de ampliación de este establecimiento. En un principio, en este lugar se iban a instalar los vestuarios de los empleados y los depósitos de aguas, pero en la excavación apareció un muro de piedra de 1507 que pertenece al canal que unía la playa de La Caleta con el muelle de la ciudad. "El muro es de roca de mar y era imposible de tirarlo, ya que escupía el taladro", apunta Reyes, por lo que finalmente se desistió de la idea inicial, quedando este espacio mucho más reducido. Ahora, alberga un pequeño despacho y las instalaciones de aguas para 8.000 litros.

Ya en las habitaciones, se nota el plus de calidad que se le ha querido dar al hotel, con el objetivo de apostar por este tipo de turismo De hecho, señala Reyes que el objetivo es que el cliente se encuentre "un hotel acogedor", a lo que se une que estos visitantes "valoran mucho la ciudad, la amabilidad de la gente y un paseo por el casco antiguo", por lo que la situación y las características de este hotel son idóneas para estos visitantes.

Un aspecto que destaca en las habitaciones es la inspiración andalusí en la decoración, como se puede comprobar en las puertas talladas. De hecho, confiesa Reyes que le encanta cómo se desarrolló en Andalucía con monumentos como el Alcázar de Sevilla o la Mezquita de Córdoba. Por ello, algunos elementos del hotel, como una fuente que se encuentra en la azotea o los barrotes forjados de las ventanas de la suite junior, los ha traído de Marruecos.

La ampliación del Hotel Argantonio se corona con la nueva terraza que pueden disfrutar los huéspedes en la azotea. En ella, además de la citada fuente, también vuelve a estar presente la piedra ostionera. Un lujo para tomar el sol y disfrutar de las vistas del cielo de Cádiz dentro de un ambiente familiar que se aleja de la frialdad de los grandes hoteles.

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