Cádiz

Goteras en Santa Cruz

  • Las últimas lluvias provocan filtraciones en una capilla

  • El párroco lo achaca a la pesada maquinaria que la Junta dejó en la azotea

Los cubos se reparten por la capilla de San Antonio, en la iglesia de Santa Cruz, debido a las goteras que han provocado las últimas lluvias.

Los cubos se reparten por la capilla de San Antonio, en la iglesia de Santa Cruz, debido a las goteras que han provocado las últimas lluvias. / joaquín pino

Uno de los síntomas de preocupación en un edificio es la filtración de aguas, especialmente si es del exterior. Y esta situación se agrava si el edificio en cuestión atesora una destacada trayectoria histórica y patrimonial y está declarado como Bien de Interés Cultural, como ocurre con la Catedral Vieja gaditana. Las últimas lluvias (del pasado fin de semana) han provocado goteras en la iglesia de Santa Cruz, lo que ha hecho saltar las alarmas de la comunidad y, especialmente, de su párroco, Rafael Fernández Aguilar.

Las filtraciones del agua de lluvia se han localizado en una de las capillas laterales de la antigua Catedral, la dedicada a San Antonio. En estos días, ese espacio aparece 'salpicado' de cubos de agua situados en los puntos por donde caen las goteras, y de fregonas dispuestas para recoger restos de agua que puedan caer por el suelo.

Se da la circunstancia de que justo encima de la capilla de San Antonio es donde siguen instaladas las pesadas maquinarias que la Junta de Andalucía colocó allí hace una década para facilitar una ventilación del interior del templo que nunca llegó a ponerse en marcha. El peso que el techo de esta capilla -y de la de la cofradía de Medinaceli- es uno de los motivos de las filtraciones que estos días han sorprendido a la parroquia, achaca el párroco. Y debido a esta situación, Fernández Aguilar vuelve a reclamar a la administración autonómica que actúe en Santa Cruz y finalice la intervención que en 2007 realizó con motivo de la exposición Andalucía Barroca.

Desde aquella rehabilitación que quedó inacabada, el templo del barrio de El Pópulo adolece de defectos y daños que están a la espera de una solución. Por citar los más notorios, están una serie de tubos que sobresalen del marmóreo altar de los genoveses, la pesada maquinaria que se mantiene en la azotea del edificio sobre varias capillas laterales (que además tuvo que ser trasladada allí desde otro punto en 2008, a consecuencia de unas denuncias por el impacto visual que provocaba en el Campo del Sur), un ascensor inutilizado con toda la maquinaria dispuesta, o el mal estado de una obra que no finalizó en el torreón del Sagrario (una joya arquitectónica).

Todo ello está pendiente ya no de ser arreglado por la Junta -algo sobre lo que la parroquia tiró la toalla hace años-, sino cuanto menos de que retire todos esos elementos, equipamientos y materiales que no cumplen función alguna en la actualidad y que están afectando incluso a la estructura de Santa Cruz, según denuncia el párroco.

"Esta es una iglesia muy difícil", comenta Rafael Fernández en relación a la continua preocupación que sobre el estado del patrimonio hay que prestar en la Catedral Vieja; fruto de eso, la última intervención que se está tramitando es la del arreglo de unas dependencias anexas que también presentaba problemas en los techos y que próximamente va a ser reparado, con la colaboración de la cofradía de Medinaceli.

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