Cádiz

Erizos y ostiones pasados por agua

  • Las citas precarnavaleras siguieron adelante pese a la fuerte lluvia aunque, por este motivo, la afluencia de gaditanos ha sido significativamente baja

Se veía venir. El día amaneció cubierto y las previsiones meteorológicas ya lo habían advertido. Sin embargo, el que a primera hora no estuviera lloviendo abría una veda de esperanza para los gaditanos, que aún confiaban en poder celebrar sin molestas precipitaciones las clásicas citas precarnavaleras, la 'erizá' y la 'ostioná'.

Previstas a las 12.30 y las 13.00 horas respectivamente, en la Viña y la Plaza de San Antonio, ambas celebraciones se vieron perjudicadas muy poco tiempo antes. Pasadas las 12.00 horas del mediodía, el cielo comenzó a descargar con vehemencia el agua advertida.

En la Viña, algunas decenas de personas hacían cola para comer erizos, protegidas con paraguas. Pero según la lluvia fue intensificándose, algunos de los que se habían negado a perderse esta fiesta firmaron su rendición y fueron abandonando la calle de La Palma. Poco antes de las 14.00, quedaban unas treinta personas, bajo el aviso, además, de que el acto se suspendería a la hora punta si la lluvia no había amainado.

En la Plaza de San Antonio, gracias a la instalación de carpas para el reparto de ostiones, la afluencia ha sido algo mayor, aunque siempre significativamente más baja que en circunstancias meteorológicas favorables. Se dudó de si las actuaciones carnavalescas se llevarían a cabo, pero finalmente el coro de Lamas subió al tablao cubierto instalado en la plaza poco antes de las 14.00 horas para deleitar con sus coplas a las poco más de cincuenta personas que se resistían a abandonar la celebración de la 'ostioná'. Tras este coro, el de Puerto Real, como segunda y previsiblemente última actuación.

En la Viña, sin embargo, al no disponer de tablaos techados, sí quedaron suspendidas las actuaciones previstas.

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