Nadie sabe si del antiguo aljibe de la Plaza de España, esquina con Antonio López, que albergase a tantos bares musicales míticos de los 80 y 90, saldrá algún día un Jimmy Hendrix, un Eric Clapton, una Janis Joplin, una Aretha Franklin o vete tú a saber si unos Iron Maiden o unos Metallica.

Lo cierto es que de la asociación cultural Emergentes Rockschool acaba de salir una segunda hornada de rockeros, de uno u otro palo, con titulación para seguir progresando, para emprender posteriormente una carrera profesional en eso que genéricamente se ha dado en llamar músicas modernas, o simplemente para montar su propia banda o grupo de heavy, funky o pop y disfrutar de la música entre amigos.

El centro que codirigen Paco García y Justiniano, Justi, Bala desde 2016 entregó el pasado sábado sus titulaciones Rockschool a más de una veintena de alumnos de los 43 que hubo inscritos durante el curso pasado.

Fue en un acto que se celebró en el Espacio de Cultura Contemporánea (ECCO) que viene a cerrar el curso después de la experiencia de Mi rollo es el rock, un escenario que puso el Ayuntamiento de Cádiz a disposición de la asociación en la Plaza de España durante la Fiesta de la Música, a finales del pasado mes de junio. El frente del Monumento a las Cortes se llenó de fans, sobre todo, claro, de padres y madres de los pequeños rockeros.

Emergentes es una de las alrededor de un centenar de escuelas oficiales que en buena parte de España siguen esta metodología de enseñanza de las músicas modernas. En la provincia están también presentes en El Puerto, San Fernando, Chiclana y Rota.

Titulaciones europeas

Rockschool es una organización examinadora establecida en el Reino Unido desde 1991 que ofrece titulaciones acreditadas en música moderna para guitarra eléctrica, guitarra acústica, bajo, batería, piano, teclados, voz y ukelele. Ofrecen exámenes de grado –desde premiere hasta el grado 8–, así como diplomas de nivel superior en enseñanza musical e interpretación. En Cádiz, están disponibles los de batería, guitarra, canto y piano y los que habilitan para intérprete profesional o profesor esperan implantarlos próximamente.

Su filosofía es facilitar el aprendizaje y desarrollo de los estilos musicales preferidos por cada músico, de manera que en cada nivel se exploran estilos tan variados como pueden ser el rock, el pop, el soul, el funky, el reggae,el heavy metal, el jazz y o la música latina.

Las titulaciones acreditadas de Rockschool son válidas en el contexto del Tratado de Bolonia de la Unión Europea y están integradas en el Marco Europeo de Titulaciones (EQF-European Qualifications Framework), de manera que todos los certificados Rockschool tienen asociados el correspondiente nivel de EQF, explica Justi Bala.

Los exámenes constan de varias partes, con ligeras variaciones dependiendo de cada instrumento, aunque el formato viene a ser el mismo, aclara el codirector de Emergentes Rockschool: Ejecución de tres piezas del libro de grado elegidas por el candidato; ejercicios técnicos: escalas, arpegios y acordes, entre otros; lectura a primera vista o improvisación e interpretación, pruebas de oído (repetición de frases musicales en el instrumento) y cuatro preguntas de conocimiento musical y aspectos técnicos del instrumento.

El 90%, con las máximas calificaciones

 Las puntuaciones se dan en función de tres calificaciones: pass, merit o distinction. “Más del 90% de nuestros alumnos obtiene las dos máximas calificaciones”, asegura con orgullo el codirector de la escuela de rock.

Los exámenes se realizan en dos periodos: entre junio y julio, con fecha límite de inscripción el 15 de abril; o en diciembre, con plazo para apuntarse el 15 de octubre. Las tasas van desde los 60 euros del nivel Premiere y los 126 del grado 8.

Emergentes, al ser una asociación cultural, se financia a través de las cuotas de sus socios, que dependen según el tipo y el número de actividades que desarrollen. La estándar es de 30 euros.