tragedia

"Crujía la tierra como si se acabase el mundo"

  • El gaditano Alfredo Millán, afincado en Ciudad de México desde el año 2003, cuenta el horror vivido con el terremoto del pasado martes

"Me tiré al suelo, pero el movimiento era tan fuerte que me levantaba. Una sacudida que me dejó en estado de shock. Crujía la tierra. Fue un minuto eterno. Como si se acabase el mundo". Pone los vellos de punta escuchar por teléfono a Alfredo Millán García Chili, un gaditano de 45 años afincado en Ciudad de México desde el año 2003. Guitarrista flamenco de profesión, se encontraba en su casa, ensayando con un amigo músico, cuando la tierra empezó a temblar el pasado martes a la una y cuarto hora mexicana. Desde ahí, lo que desgraciadamente se conoce: casi 300 muertos en una tragedia que ha conmocionado al mundo.

"Tengo aún el susto en el cuerpo", decía ayer. El terremoto le ha cogido de cerca. Millán vive en la Colonia Narvarte, un barrio de los más perjudicados por el seísmo de 7,1 en la escala Ritcher. De hecho, su casa, en un quinto piso, se enclava en la calle Enrique Rébsamen, donde han muerto 32 niños por el derrumbe de un colegio, aunque se trata de una vía muy larga y el centro escolar dista de su casa un kilómetro y medio. Bajó a la calle "para salvar la vida y para ir corriendo al colegio de mi hija, que está a unos 15 minutos". No ha vivido en sus 45 años un momento más dramático mientras volaba hacia el colegio. "Corría mientras veía cómo se caían cascotes por todas partes. Llegué al colegio y estaban los niños llorando en el patio. Y yo buscando a la niña con los ojos como platos", relataba ayer. Fueron momentos muy difíciles con una niña de la mano en medio del caos. "Me la llevé de allí y le iba tapando los ojos mientras íbamos para casa, para que no viese el horror", señaló.

Me tiré al suelo, pero el movimiento era tan fuerte que me levantaba. Fue un minuto eterno"Corría hacia el colegio de mi hija mientras veía cómo caían los cascotes por todas partes"

"Hace diez días hubo un terremoto de escala 8.1 y me dio tiempo a bajar cuando sonó la alarma general. Esta vez se produjo el temblor antes de la alarma". Y fue peor. Cerca de su casa han caído tres edificios. Poco a poco va llegando la normalidad, que a Alfredo le ha dado tiempo para meditar sobre su situación lejos de su Cádiz natal. "Claro que me he pensado volverme a mi tierra, pero es difícil. No quiero que me supere el miedo. Tengo aquí una hija, con su vida hecha, y tengo trabajo. No me ha faltado nunca. Actúo en México, en Estados Unidos, en Perú, Ecuador... no me puedo quejar".

Pasado el primer y gran susto, a este gaditano de la calle Torre, componente de chirigotas como 'Salsero, sero, sero siete....' (1992) o 'Tita, yo te llevo los anillos' (1993), le queda el consuelo de, además del horror, haber visto la solidaridad de los mexicanos en primera fila. "La gente se ha volcado, lo de la población ha sido impresionante". Alfredo Millán vivirá para contarlo, pero hubiese preferido no tener que relatarlo nunca.

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