La triplicación del tramo de la CA-35 que une la autopista hacia Sevilla con el nudo del Río San Pedro se abrió ayer al tráfico después de que Josefina Cruz Villalón, Secretaria General de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, visitara la vía. Se abre, sin embargo, con algunos aspectos menores por rematar, como es el caso de las pantallas antirruido que a cada lado recorrerán la vía de seis carriles en zonas próximas a las viviendas de Puerto Real y a la Universidad de Cádiz. Aun así, y después de varios meses de obras, ayer se abrió al tráfico una de las actuaciones que más aliviará el tráfico de acceso a la capital tras la puesta en marcha del tercer carril del puente José León de Carranza. Una actuación que, con un presupuesto de 9.117.206 euros, convierte la antigua N-443 de dos carriles en una vía de seis.

El proyecto inicial de la actuación apostaba por la duplicación de la vía, dos carriles por sentido. Sin embargo, los técnicos de Fomento, teniendo en cuenta el previsible desarrollo de la zona gracias a la futura construcción de Las Aletas, introdujeron una modificación en el proyecto para ampliar la vía hasta seis carriles, tres por sentido. Según informa Fomento, "es previsible un aumento de la Intensidad Media Diaria de vehículos, un aumento que no se habría absorbido con dos carriles por sentido". La ejecución del proyecto ha supuesto también la demolición del puente que unía la UCA con El Trocadero -para sustituirlo por otro más ancho y más alto-, y la elevación de una pasarela peatonal.

La actuación, sin embargo, es sólo la primera fase de la mejora de los accesos a la capital, pues será el segundo puente la gran infraestructura que remate la actuación. Hasta entonces, de los tres nuevos carriles de la CA-35 en sentido Cádiz, los conductores pasan a dos a la altura de la rotonda del nudo del Río San Pedro. El nuevo puente, sin embargo, cambiará radicalmente esta zona.