Bomberos del Consorcio de la Provincia de Cádiz en el parque de Cádiz intervenían en la noche del miércoles en un apuntalamiento de urgencia en la calle Hospital de Mujeres número 31, en una segunda planta de un edificio de tres pisos habitaba por un matrimonio de personas mayores. El problema se localizó en el forjado de un dormitorio donde cedió el hilero de refuerzo de madera por descabezamiento de varias vigas cuyas cabezas a muro de fachada estaban podridas.

La habitación se utilizaba como lugar para el ordenador y el marido había estado en ella poco antes del desprendimiento. Ya fuera de la misma oyó un crujido, creyendo que el mismo provenía de la calle. Poco después descubrió que se había desplomado parte del forjado de la estancia que había ocupado momentos antes.

Sin lamentar daños personales, los bomberos procedieron a apuntalar la zona, quedando la habitación clausurada, así como la misma del piso superior cuyo ocupante decidió marcharse a pasar la noche a casa de un familiar. Por su parte, el piso inferior al siniestrado está reforzado con vigas de hierro doble T.

La actuación se prolongó durante casi tres horas. Hasta el lugar se trasladaron cinco bomberos del parque de Cádiz con dos vehículos: una autobomba ligera (P-12) y un vehículo de rescate (S-11). Asimismo, se utilizaron puntales y herramientas de mano.

El servicio se inició a la 21.31 horas de la noche del miércoles con una llamada a la Sala de Emergencias del 085 y finalizó a las 00.20 horas de la madrugada de ayer jueves con la llegada de los vehículos al parque de Cádiz. El ocupante del piso superior decidió pasar la noche en casa de un familiar. El piso inferior al siniestrado está reforzado con vigas.

La actuación se prolongó durante casi tres horas. Hasta el lugar se trasladaron cinco bomberos del parque de Cádiz con dos vehículos: una autobomba ligera (P-12) y un vehículo de rescate (S-11). Asimismo, se utilizaron puntales y herramientas de mano.