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Cádiz

Un cambio total

  • Ni siquiera el cambio de carrera ha solucionado el Domingo de Ramos o la Madrugada. ¿Hay que dar un paso más?

  • La nueva carrera oficial no cuenta con el informe de seguridad

Del éxito al fracaso en siete días. Del éxito de haber sacado adelante una propuesta de cambio que tantas veces se había topado con la realidad del inmovilismo en el pasado y que este nuevo Consejo consiguió sacar adelante con un respaldo casi absoluto (salvo seis hermandades de 28), al fracaso de la cruda realidad al comprobarse que ni siquiera una nueva carrera oficial soluciona los problemas de acoplamiento que se vienen repitiendo desde hace años en el Domingo de Ramos y en el Jueves Santo y la Madrugada.

Ya advertíamos en este rincón cofradiero hace un par de meses que estos días serían los más difíciles de cuadrar para el Consejo con la nueva propuesta. Y así ha sido. La permanente tendrá que decretar a La Cena su horario de paso por carrera oficial, al trasladarse a la cofradía de Santo Domingo el problema que en los últimos años ha afrontado Las Penas. Y peor aún es el escenario del Jueves y Madrugada, donde la propuesta que hay sobre la mesa no convence a casi ninguna y tiene manifiestamente en contra especialmente a dos hermandades.

El cambio de carrera oficial que venía a solucionar los conflictos horarios -el Consejo dixit en septiembre- no lo ha hecho. Y desde este punto de vista (bueno es reconocerlo) la propuesta ha fracasado sin haberla llevado a efecto.

Es por esto, por esta imposibilidad de cuadrar jornadas que presentan condicionantes muy complejos de encajar entre sí, por lo que debe plantearse ya si no ha llegado la hora de pensar en el cambio total de la Semana Santa. No el que afecte a una leve modificación de la carrera oficial, que no termina de paliar los problemas, sino un gran cambio que tenga que ver incluso con el día de salida de algunas hermandades.

¿Está el Domingo de Ramos abocado a que nunca llueva a gusto de las cinco hermandades, a que Penas y Cena tengan que alternar las incomodidades del día, a que en el futuro le toque a otra hermandad 'sufrir' esos problemas? ¿Qué ocurrirá cuando se incorporen las Dolorosas de Cena y Despojado? ¿Podrá configurarse algún año un Jueves Santo y Madrugada que une a dos hermandades de San Lorenzo y dos de Santa Cruz con otra que viene desde extramuros, con las extremas dificultades que eso conlleva para permitir cruces, entradas y salidas?

Creíamos que llevar el inicio de la carrera oficial a Nueva sería la solución a los problemas de la Semana Santa. Pero el decreto que el Consejo tendrá que entregar a La Cena (similar al que recibió el año pasado Las Penas) y el interrogante que se cierne sobre las seis hermandades del Jueves Santo y Madrugada han dado un portazo a la realidad. Como cuando el pertiguero llama con tres golpes a sus acólitos. Ciriales abajo. La solución no está en la carrera oficial -que puede mejorar la que ha existido hasta ahora-; quizá sea hora de cambiar la Semana Santa en sí.

No hay forma de cuadrar las seis cofradías que procesionan en estas dos jornadas que el Consejo se empeña en unir pero por separado. La propuesta de la permanente no gusta porque obligaría a Medinaceli y Descendimiento a estar literalmente paradas en la carrera oficial (con la cruz de guía de Medinaceli en Pelota) mientras el Perdón cruza la Catedral para dirigirse a Nueva por Cobos y Cristóbal Colón. Y si el Perdón baja por San Juan de Dios y busca Canalejas, se toparía de frente con El Huerto o Nazareno, en su camino de regreso. Tan difícil es el asunto, que se han dado una semana más para realizar estudios y números y volver a sentarse la próxima semana. A priori, las cofradías defenderán una jornada de cinco hermandades unidas y un parón de éstas con respecto al Perdón; se considera que es la fórmula más viable para los intereses de todas. Pero no parece muy probable que el Consejo acepte tan fácilmente una propuesta de este tipo, empeñado en hacer un 3-3 (tres el Jueves y otras tres la Madrugada). Esta próxima semana, a priori, habrá solución.

A todo esto, hay un detalle en el que nadie parece haber caído pero que podría tener consecuencias graves. En el Consejo han dado por hecho el cambio de carrera oficial sin más; pero la propuesta aprobada por el pleno de hermanos mayores carece de la pertinente luz verde en materia de seguridad. Y la cosa ahora no está para jugar con este aspecto, en el que las administraciones se han puesto muy serias. ¿Qué pasa si el responsable de seguridad dice ahora que la nueva carrera no es segura? Ojo con esto...

Hay que precisar dos puntos respecto a ese requerimiento que adelantábamos la pasada semana que va a hacer el Obispado de cara al nombramiento de pregoneros y capataces (ya saben, lo de la "moral sexual idónea"). El primero es que lo que va a ocurrir es que se extenderá a estas dos figuras del mundo de las cofradías lo que ya se requiere a aquellos que van a formar parte de una junta de gobierno, especialmente en el caso del hermano mayor. Además, todo hace indicar que ese miramiento con los capataces se hará "a partir de ahora" y no con carácter retroactivo. Es decir, que el capataz actualmente en activo no debe temer -en principio- por el martillo.

La hermandad del Lunes Santo ha puesto la velocidad de crucero en la ejecución de su paso de misterio, y en pleno mes de noviembre ha anunciado que ya está finalizada la trasera (después de estrenar este año el frontal). La junta trabaja ahora en plantear posibilidades para que el paso pueda estrenar nuevas piezas de cara al vía crucis diocesano de 2018.

Precisamente, este acto extraordinario ha sido noticia esta semana, al cambiar su fecha de forma definitiva al 7 de julio. Llegó a plantearse la posibilidad de celebrarlo en septiembre, ante la dificultad para cuadrar un sábado. La carrera oficial del vía crucis coincidirá con la que se probará la próxima Semana Santa, aunque finalizando en Catedral o en Candelaria (aún sin decidir).

Otra directriz que van a recibir las hermandades de la diócesis es la prohibición expresa a colaborar con procesiones ilegales (entiéndase, las organizadas por asociaciones no eclesiales). No podrán participar de ninguna forma, ni prestar enseres, ni permitir que capataces, acólitos e incluso bandas de música y cargadores salgan. En la capital apenas se percibe este fenómeno -salvo las cruces de mayo, donde por cierto se ha visto en alguna ocasión enseres cedidos por hermandades-, pero en la diócesis sí hay ejemplos varios.

Los hermanos acordaron el viernes restaurar los dos pasos (el de misterio y el de San Juan) conforme al proyecto presentado por la junta de gobierno. El objetivo, en principio, es que los dos pasos estrenen restauración integral en la Semana Santa de 2019, coincidiendo con el 75 aniversario fundacional de la hermandad. Suerte.

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