A lo largo del año 2007, cambiaron de manos un 7,6 por ciento menos de inmuebles de segunda mano que en el año anterior, mientras que menos promotores pedían licencias de primera ocupación para edificios con viviendas de primera mano.

Estos datos se deducen de dos parámetros que maneja el Ayuntamiento: el Impuesto sobre Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (más conocido como plusvalía) y la concesión de licencias de primera ocupación.

El primero se paga cuando se realiza la transmisión de algún inmueble urbano, ya sean viviendas, fincas, solares o plazas de garaje, y no afecta a los inmuebles de nueva construcción. La mayoría de los que acaban en ventanilla en Cádiz son pisos y el motivo del cambio es la compraventa.

El segundo trámite tiene como objetivo verificar que la ejecución de las obras de construcción o rehabilitación de un edificio se han realizado según el proyecto autorizado por la licencia de obras. Es un requisito previo y necesario para la ocupación legal del edificio y para el suministro de los servicios de agua potable y energía eléctrica. Gracias a este impuesto, se sabe cuántas fincas han sido entregadas, pero no el número de pisos que hay en ellas.

En ambos casos, los datos referidos al pasado año 2007 no hacen más que confirmar la tendencia a la bajada del ritmo en el mercado inmobiliario y una tendencia que se está dejando notar en toda España.

El año 2006 dejó tras de sí una bajada en el número de inmuebles nuevos, pero las cifras de ventas se habían mantenido pese a lo que ocurría en la provincia. El Ayuntamiento había contabilizado a lo largo del año 3.744 plusvalías, frente a las 3.300 del año anterior. Es decir, en la capital gaditana el mercado inmobiliario no había sufrido la tendencia que ya entonces se estaba generalizando, la del receso en el ritmo de compraventas. Según el Colegio de Registradores, en la provincia gaditana se habían transmitido 29.112 viviendas a lo largo de 2006 (18.644 nuevas y 10.468 usadas), un 15,92 por ciento menos que en el año 2005. Los más afectados por este descenso habían sido los pisos nuevos, con una reducción del 16,98 por ciento, frente al 13,98 de los de segunda mano.

En 2007 se ha dejado notar la tendencia general en Cádiz, donde también han disminuido las transmisiones de viviendas de segunda mano. El año ha cerrado con 3.481 plusvalías, un 7,6 por ciento menos que el año anterior.

El Colegio de Registradores no ha cerrado las cifras referidas al último trimestre del pasado año, pero los tres primeros ya muestran una tendencia al descenso de las transacciones: hubo 6.793 transacciones durante el primer trimestre, 4.556 de pisos nuevos y 2.237 de usados. En el segundo trimestre las cifras fueron inferiores: 6.351 compraventas, 4.327 de pisos nuevos y 2.024 de usados, y en el tercero las cifras se redujeron a 6.260 (4.726 nuevos y 1.534 de segunda mano). Durante los nueve primeros meses del año cambiaron 19.404 inmuebles de manos, de los que 13.609, la mayor parte, era de nueva construcción, según los números de los Registradores.

En lo que se refiere a las cifras de primera ocupación de 2006, sí se seguía la tendencia general de reducción de las que dejan constancia las estadísticas sobre la provincia del Consejo Superior de Arquitectura sobre la actividad de la construcción: en 2006 se habían visado 11.938 viviendas, frente a los 22.240 del año anterior. Las estadísticas de este organismo llegan hasta la primera mitad del año 2007: en este periodo se visaron un total de 3.673 pisos, de los que 377 eran de protección oficial.

Esta tendencia a la reducción ha continuado durante 2007 en la capital gaditana, a juzgar por las licencias de primera ocupación. Si en 2005 se concedieron 97 de estos permisos, el año siguiente fueron 72, y el pasado, 2007, ha concluido con una cifra inferior, 63.