El tabaco está asociado al 30% de los cánceres, al 20% de las enfermedades cardiovasculares y hasta al 80% de las bronquitis crónicas. Es el responsable de 60.000 muertes anuales en España (10.000 en Andalucía), y, de ellas, unas 3.000 son de fumadores pasivos.

En Cádiz, un tercio de la población es fumadora, según la neumóloga y especialista en tabaquismo del Hospital Puerta del Mar Mercedes Merino y el preventivista del mismo centro Manuel Zarzuela, quienes haciendo referencia a la última Encuesta Andaluza de Salud, precisan que el 60% de los fumadores quiere dejar este hábito. Así, afirman que su intención es "atender a esa petición y ayudar".

Con motivo de la celebración mañana del Día Mundial Sin Tabaco, estos médicos quieren lanzar el mensaje de que "hay salida" a esta adicción y el sistema sanitario público está preparado para ayudar a las personas que quieran dejar de fumar, ofreciendo recursos tanto en Atención Primaria como en la especializada. En concreto, en los centros de salud hay un médico de familia de referencia en este asunto y en Vargas Ponce hay una consulta de deshabituación tabáquica desde hace diez años. Ésta la atienden los martes un neumólogo y una enfermera especializada en tabaco, y los pacientes pueden pedir cita libremente, sin necesidad de ser derivados desde Atención Primaria ni por otro especialista.

Recientemente, se ha habilitado tanto en Vargas Ponce como en el hospital un día de consulta para el personal sanitario que quiera dejar de fumar.

Mercedes Merino explica que en la consulta de deshabituación tabáquica se evalúa el grado de dependencia de la nicotina y el tratamiento que puede ir mejor a cada persona. También enseñan medidas para afrontar situaciones de riesgo. Esta neumóloga asegura que el porcentaje de éxito en la deshabituación del tabaco que se alcanza con la primera consulta es del 60%. Advierte que también es frecuente la recaída, "pero eso no puede desanimar, porque de los errores se aprende". Afirma que la enfermera facilita a los pacientes un teléfono de contacto al que pueden llamar para recibir apoyo durante todo el proceso de deshabituación.

Indica que cuando hay un número suficiente de personas, se les cita para hacer terapias de grupo. "La interacción entre los pacientes es muy positiva, porque se animan y se ayudan entre ellos", apunta Manuel Zarzuela, quien defiende la importancia de "no culpabilizar al fumador" cuando tiene una recaída y de que éste identifique las situaciones que le llevan a fumar "y cambie los hábitos para evitar esas situaciones".

Este especialista en Medicina Preventiva afirma que las personas que quieren deshabituarse del tabaco "no deben tener pudor en pedir ayuda a familiares y amigos", ya que con los esfuerzos que hacen las empresas tabaqueras y la publicidad encubierta que hay, "resulta difícil dejar de fumar".

Mercedes Merino añade que la actitud es muy importante, porque aunque existen fármacos que ayudan a dejar de fumar, "el paciente tiene que poner de su parte".

La neumóloga reconoce que el tratamiento para la deshabituación tabáquica es caro y no está financiado por la Seguridad Social. Tanto ella como Manuel Zarzuela consideran que debería estarlo. Respecto al desembolso que supone, el preventivista sostiene que "hay que verlo como una inversión en salud e incluso como una inversión económica. Porque el que consigue dejar este hábito se va a ahorrar mucho dinero y recuperará el que se gasta en el tratamiento porque dejará de gastarlo en tabaco".

La doctora Merino quiere destacar los beneficios que experimentan en la salud las personas cuando dejan de fumar: "A las 48 horas, se recupera el gusto y el olfato, y ya no hay monóxido de carbono en el cuerpo; a los 12 meses, el riesgo coronario se reduce a la mitad; a los diez años, se reduce el riesgo de cáncer de pulmón al 50% y a los 15 años, el riesgo coronario es igual que el de una persona que nunca ha fumado". Por todo ello, anima a los fumadores a que se deshabitúen del tabaco.

Esta especialista afirma que la mayoría de los fumadores desconocen los efectos nocivos del tabaco, por eso considera esencial difundir información al respecto. Piensa que las políticas de restricción del tabaco deben estar dirigidas a disminuir la prevalencia y retrasar la edad de inicio de consumo, "porque cuanto más tarde comience a fumar una persona, el riesgo de convertirse en fumador crónico es menor". En este sentido, manifiesta que "hace falta dar información en los colegios y a distintos grupos de formación según sus características" para aumentar el éxito.

Merino sostiene que "si no se ataja el problema, en el futuro va a haber una inversión en el concepto normal de muerte, porque teniendo en cuenta la edad tan temprana con la que se empieza a fumar, los padres van a ver morir a sus hijos, como ocurrió con la epidemia del sida". Destaca también que el 10% de los menores expuestos al humo del tabaco de los padres tiene más riesgo de sufrir muerte súbita del lactante, neumonía, problemas respiratorios, desarrollar arritmias y otras enfermedades en el futuro.

El Hospital Puerta del Mar está muy comprometido en la lucha contra el tabaco y su objetivo es que el centro sea un recinto libre de humo. "Es una labor de concienciar tanto a los profesionales como a los usuarios. Hay que decirle a la gente que estamos en un recinto sanitario y si fumamos en el porche o las escaleras, además de dar una imagen pésima, puede haber al lado un niño, una mujer embarazada o una persona enferma que se convierte en fumador pasivo", afirma Manuel Zarzuela.

Este preventivista comenta que en el hospital gaditano hay un comité promotor de la Red Europea de Hospitales Libres de Humo, del que él es secretario. Este comité realiza actividades de formación y promoción de la salud entre los profesionales. Actualmente, está analizando los puntos del hospital donde se fuma para acabar con este problema y ha empezado a trabajar con asociaciones de pacientes, dando charlas sobre tabaquismo a personas con especial riesgo. Por estas y otras actividades, el puerta del Mar obtuvo la Acreditación de Plata de la Red Andaluza de Servicios Sanitarios Libres de Humo, que poseen pocos hospitales. "El objetivo es consolidar esta acreditación y a medio-largo plazo, conseguir la de Oro", asegura el doctor Zarzuela.