Veces en la sencillez más grande es donde está también el disfrute más grande. Este caso se da en el restaurante Playa, en el paseo marítimo de Conil. Allí preparan en su punto los pescados de roca al horno. Los preparan de una manera muy sencilla, abiertos por la mitad y aderezados, tan sólo con aceite de oliva y sal. En manos de estos expertos el pescado queda jugoso y la pieza cae en un santiamén. Para colmo al lado te ponen una guarnición de papas chuponas y verduritas que también están en su punto. Todo sencillo, sin salsa, sin crujiente, sin texturas..., total, sin pamplinas, pero una jartá de bueno. Como la cosa va de pescado fresco no siempre tienen corvina, pero siempre suele haber algún otro pescado de roca para sustituirlo. Si hay bocinegro, pues no te digo ná. A por él.