El Faro de Cádiz, situado en el castillo de San Sebastián, presentará próximamente un aspecto remozado tras haber superado el siglo de vida. Esta semana se ha iniciado la obra de mejora de esta instalación que se dedica a dar luz a la costa gaditana durante las noches.

La Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) ha adjudicado los trabajos de restauración a la empresa Caminos, Canales y Puertos, S.A. por un importe de 61.309,62 euros. El plazo de ejecución es de dos meses. A pesar de las obras, el faro se mantendrá en servicio durante su rehabilitación.

La intervención se ha iniciado con la colocación del andamiaje necesario para realizar el chorreado, la reparación de estructuras dañadas y el pintado de la estructura.

Así, durante los dos meses que durarán las obras se trabajará en la parte exterior sobre la estructura, las barandillas, la escala, el suelo de la pasarela, las rejas, la puerta, la cúpula y las ventanas.

Por su parte, en el interior se plantea en el proyecto la intervención sobre el soporte de la óptica, los motivos de la cúpula interior, el barnizado de la sala de equipos giratorios, las escaleras y las ventanas. Juntos a estos elementos, también se repararán otros de la estructura que se encuentran dañados, la puerta de entrada al faro y el balcón.

La torre del faro que se encuentra en el interior del castillo de San Sebastián tiene una altura de 38 metros. Su alcance es de 25 millas náuticas. La estructura se divide en dos partes: la fija es de mampostería, mientras que la otra está formada por un entramado de hierro desmontable.

El faro está construido con acero laminado y es el único de estructura metálica que existe en España. Dispone de lámparas halógenas monofásicas. La óptica actual es la misma que la original: de tipo bivalva con seis catadióptricos inferiores y seis superiores.

El actual Faro de Cádiz se encuentra instalado a 70 metros de donde se encontraba el faro primigenio, que fue derribado en 1898 por orden del gobernador militar de Cádiz, el duque de Nájera, al que considerar que era un punto de referencia ante un posible ataque americano durante la guerra Hispano-Norteamericana.

Posteriormente, el nuevo faro se proyectó en 1907, siendo construido por Rafael de la Cerda, de la empresa Constructora Gijonesa. Entró en servicio en 1913.

En un principio, se denominó como Faro del Castillo de San Sebastián. En 1914 pasó a llamarse Faro de Cádiz debido a que en España existían en ese momento otros dos faros con el mismo nombre: el primero de ellos en la provincia de Gerona y el segundo es el actual Faro de Igueldo, en Guipuzcoa, que recibía esa denominación al encontrarse cerca del puerto de San Sebastián.