La Audiencia Provincial de Cádiz celebra hoy el juicio al acusado de agredir sexualmente a su ex pareja, menor de edad a la fecha de los hechos. La Fiscalía solicita para el procesado la pena de 22 años de prisión y 12.000 euros de indemnización a favor de la víctima.

El escrito de calificación fiscal recoge que el encausado, J.R.A., mantuvo una relación sentimental durante diez meses aproximadamente con una menor de 16 años. En ese tiempo existieron algunos breves periodos de convivencia, si bien la relación estaba presidida por los episodios de celos y control del acusado respecto a ella, siempre sospechando que pudiera estar con otro hombre.

El 4 de febrero de 2015 la menor fue a buscar a su novio a su domicilio. En un primer momento él no le abrió la puerta pero más tarde la dejó pasar para exigirle que le entregara su móvil y así comprobar sus llamadas y mensajes. El acusado, sostiene el fiscal, fue violentándose y le gritaba "que me digas con quién me estás engañando, dime dónde está esa persona, quién es, dime la verdad". Ella le aseguró que no había terceras personas, a pesar de lo cual el procesado, cada vez más enfurecido, comenzó a romper enseres mientras insultaba a su novia ("guarra, puta, asquerosa") y la amenazaba ("voy a coger a tu familia y la voy a matar, a tu hermano le voy a dar una paliza"). A pesar de las lágrimas de la menor, J.R.A. no cesaba de darle tirones de pelos y zarandearla sujetándole los brazos para quitarle de nuevo el móvil. Él le dio un fuerte empujón que provocó que ella cayera al suelo. Después tiró el terminal -valorado en 200 euros- por la ventana.

En abril de 2015 el acusado retuvo a su pareja en su casa durante una o dos horas mientras la insultaba, la amenazaba y le recriminaba que estaba con otro. Previamente le había quitado el móvil para que no pudiese avisar a nadie, teléfono que también rompió y que le había costado a ella 150 euros.

Según el escrito de calificación fiscal, el 17 de mayo de 2015 la joven le enseñó a su novio unas fotos de una comunión a la que ella había asistido. Al procesado le molestó verla arreglada para el evento y así se lo reprochó. Durante ese altercado el acusado forzó a la menor a permanecer de pie, pero dado que ella se encontraba cansada, se puso en cuclillas. En ese momento él le dio una patada en la zona genital y provocó incluso que empezara a sangrar. Al rato la llevó a Urgencias y la obligó a decir que se había caído con la bicicleta. Los médicos vieron a la chica y la remitieron a ginecología. Entonces J.R.A. obligó a su novia a marcharse aduciendo que "nadie más le iba a ver sus partes".

A mediados de junio, el procesado se presentó en el domicilio de la menor para hablar con ella, aunque el verdadero motivo de su visita fue registrar los armarios de la casa y revisar los bajos de las camas. Fue entonces cuando ella decidió dejar la relación. Tres días después de haber roto la pareja, él la llamó por teléfono para preguntarle con quién estaba. Ella contestó que con una amiga pero él no la creyó y comenzó a decir "tú estás con un tío, me estás engañando". La menor no aguantó la recriminación y le colgó. A continuación el procesado llamó a la amiga y le pidió que pusiese el manos libres para seguir gritando "maricón, da la cara, quién eres, sé que está ahí, no lo mandes callar, como vuelvas a colgar verás, voy a subir a tu casa y la voy a liar".

Ante el miedo de lo que pudiese hacer J.R.A., la chica no colgó. Cuando ésta ya se encontraba en la esquina próxima a su casa, su ex novio la abordó, la condujo a un portal próximo a su domicilio y le dijo que se quitase una prenda tipo mono que llevaba y que él le había regalado. Ella le pidió que se esperase, que iba a subir a su casa para ponerse otra cosa y así poder devolvérselo. Entonces J.R.A. le dijo "no, si yo no te voy a quitar el mono, lo que voy a hacer es comprobar si has estado con otro hombre" para a continuación tirarle del peto, dejarla semidesnuda y agredirla sexualmente. La menor salió corriendo hacia su casa mientras él la perseguía amenazándola: "Como yo me entere de que estás con otro hombre lo voy a matar".

Días después el acusado siguió llamando a su ex pareja. Esta conducta de hostigamiento, asegura el fiscal, provocó "problemas de salud en la perjudicada", quien además tuvo que cambiar de teléfono y de domicilio de forma temporal.