Problemas de salud obligan a Antonio Gallardo a desprenderse de todo un símbolo del barrio de El Pópulo: el bar Malagueño. "Me es imposible seguir mucho tiempo más al pie del cañón", reconocía ayer el hostelero que ayudó, y mucho, a la transformación del barrio en un lugar de referencia hostelera, siendo su negocio el epicentro del cambio. "El negocio va bien y está para continuarlo sin problema alguno. El alquiler no es alto y el mobiliario, nuevo", apuntaba Gallardo. Ya han aparecido personas interesadas en el traspaso, aunque el Malagueño permanecerá abierto hasta que se llegue a un acuerdo con el nuevo propietario. Lo más probable es que la operación comience a fraguarse después de la Semana Santa, periodo de buenas ventas.
El padre de Antonio, Francisco, natural de Yunquera (Málaga), abrió en el año 1963 el negocio como tasca. El establecimiento cumplió 50 años en 2013. Entre sus atractivos, la receta de las albóndigas, legada por la matriarca, Antonia Ruiz, fallecida en el mes de enero de 2015. Es una especialidad de la que llegan a vender casi cuatro kilos en un día.
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