¿Pero cómo se le ha ocurrido a esta señora, a Josefina Cruz Villalón, nombrar Utrera y trenes a la vez? Es que se nos vienen a la cabeza los mostachones, los compartimentos de eskay azul de aquellos ferrocarriles nocturnos, las fotografías decorativas en blanco y negro de monumentos tales como el Alcázar de Segovia y el tajo de Ronda, la ergonomía imposible de esos sillones jorobados, el olor a chamusquina de las pastillas de frenos que se colaba por las ventanas entreabiertas, las doce horas de viaje hasta Madrid, el rancio olor a almazara de la estación de Linares-Baeza, las plegarias de los marroquíes franceses que aún no habían ganado suficiente dinero para bajar y subir en coche, los marineros de La Isla y sus cigarritos de la risa y la fritanga de los bocadillos de calamares de Atocha. Uf, una pesadilla al pasado para referirse al AVE.

El tren de Alta Velocidad que llegará a Cádiz será europeo hasta Utrera; allí, y por el momento, cambiará al ancho de vía ibérico y seguirá hasta la Bahía por el nuevo trazado que debe estar finalizado en el plazo de dos años y medio. Lo dijo el lunes pasado la secretaria general de Infraestructuras, Josefina Cruz Villalón, una persona seria como ya lo demostró en sus tiempos de la Junta de Andalucía, pero que, de verdad, con lo de Utrera nos dejó tan descolocados como aquel hombre que a las 11 de la noche quería que te comieras un mostachón con el calor y el ambientito que se respiraba en aquellos trenes. Josefina Cruz Villalón ha sido una de las personas más capacitadas que ha pasado por la Junta, y hasta el presidente haría bien en rescatarla si gana las elecciones; sería una magnífica consejera de Obras Públicas -casi lo debió ser-.

¿Qué es lo que llegará a Cádiz? Hasta el presidente de la Junta, Manuel Chaves, solicitó el jueves pasado un ingeniero ferroviario ante las dudas que surgieron sobre este tren entre algunos de los asistentes al Foro Joly, y es normal porque Fomento, de verdad, de verdad, nunca lo ha explicado con total claridad.

Después de que Diario de Cádiz haya realizado varias consultas en Fomento, en la Junta y oída la intervención de ayer por la tarde de la ministra Magdalena Álvarez, intentaremos explicarlo.

Sí, en efecto se trata de un AVE, aunque éste discurrirá por una línea de Alta Velocidad que, a diferencia de las de Sevilla a Madrid o de Córdoba a Málaga, o de la de Barcelona, no es un trayecto exclusivo para estos trenes, sino que por allí también pasarán los regionales, los cercanías, los tranvías de la Junta y los convoyes de mercancías que irán a la zona logística de Las Aletas y a la Cabezuela, convertido en un gran puerto de graneles. Pues bien, ésa es la razón por la que nuestra línea de AVE será de ancho ibérico, y no de UIC (Unión Internacional de Ferrocarriles): porque en España aún no hay mercancías adaptables al ancho europeo. Eso no significa que la línea siempre será de ancho ibérico, ya es una línea polivalente, y está preparada para que cambie al europeo con unos trabajos que no se deben demorar más de un mes, pero mientras los mercancías no se adapten seguirá de ese modo. Ésta es la diferencia, Cádiz carecerá de una línea de AVE como Sevilla, Málaga, Córdoba y, a largo plazo, Granada; la nuestra será compartida. Como la de Huelva. Así que no es exactamente lo mismo, aunque la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, llamara ayer en Cádiz "mediocre o mezquino" a quien se atreva a llevarle la contraria.

¿Serán más lentos? Pues aunque la línea de Alta Velocidad permitirá a los trenes alcanzar más de 250 kilómetros por hora, difícilmente llegará a los 300 de Barcelona o Madrid y, simplemente, porque hay tramos cuyos peraltes, por ejemplo, deben compatibilizar ese ritmo del AVE con el pausado paso de los mercancías. No obstante, el presidente de la Junta aseguró que la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, le había aclarado que el tren circulará a más de 250 kilómetros por hora y tardará en recorrer el trayecto Cádiz-Madrid en tres hora y nueve o quince minutos. Bueno, eso es bastante importante. Hasta el día de ayer, la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, no había confirmado en público tales extremos. Se la trajo el ministro del Interior y candidato número uno por Cádiz, Alfredo Pérez Rubalcaba, y confirmó lo anunciado por Manuel Chaves: el AVE tardará de Cádiz a Madrid tres horas y cuarto.

Lo de las paradas es sencillo: igual que el de Sevilla a veces para en Montellano y hasta en Ciudad Real, el nuestro podrá dejar y recoger pasajeros en Jerez, El Puerto, San Fernando y Cádiz según la demanda y las temporadas. Unos irán directos, y otros pararán más. Esto es mucho más fácil de comprender. Ahora bien lo que interesa conocer es la frecuencia, porque si se ahorra tiempo pero a lo largo del día sólo salen dos AVE, como los dos Talgos de ahora, ganaremos poco, porque cualquier usuario sabe que un amplio porcentaje de los pasajes se compra desde Sevilla.