Más de tres cuartas partes de los 22 países de la Comunidad Iberoamericana de Naciones han confirmado a día de hoy su asistencia a la cumbre de Cádiz a nivel de jefe de Estado los próximos 16 y 17 de noviembre. 

Así lo ha avanzado el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, en un desayuno informativo, donde también ha confirmado que no se presentará el año próximo a un nuevo mandato. 

A día de hoy, se sabe que el presidente paraguayo, Federico Franco, no visitará Cádiz debido al enfrentamiento que mantiene con sus vecinos, que no le reconocen como presidente legítimo. Cuba y Venezuela tampoco han confirmado quién encabezará su delegación, si bien el actual presidente cubano, Raúl Castro, nunca ha asistido a estas citas. 

La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, si bien llegó a confirmar su presencia, ahora está en duda. En caso de que finalmente se desplace a Cádiz, Iglesias ha confiado en que su presencia sirva para que los Gobiernos de España y Argentina dialoguen y puedan limar asperezas tras el conflicto que provocó la expropiación de YPF a Repsol. 

Iglesias ha defendido que las Cumbres Iberoamericanas que se celebran desde 1991 con periodicidad anual pasen a ser bienales, para alternarse así con las citas que cada dos años la región de América Latina y el Caribe mantiene con la UE, en la que se tratan temas complementarios. 

La conveniencia de convertir en bienales las Cumbres Iberoamericanas será uno de los temas que aborden los líderes en Cádiz, aunque no será una de las cuestiones centrales, pues la decisión final deberá tomarse en la próxima cita en Panamá en 2013. 

Iglesias ha afirmado que una cooperación renovada entre los países latinoamericanos y España y Portugal puede "contribuir" a la salida de la crisis de los países de la Península Ibérica. 

En su opinión, la salida de la crisis por parte de la zona euro "va a llevar más tiempo" de lo que se pensaba y ha expresado su deseo de que "ojalá" se cumpla el plazo de cinco años marcado recientemente por la canciller alemana, Angela Merkel, para superar la situación actual. 

Entre los factores de la relación iberoamericana que pueden ayudar a mejorar las economías de España y Portugal, Iglesias ha destacado el buen posicionamiento de ambos países en el mercado iberoamericano, que ha llegado a los cinco billones de euros en términos de PIB y que abarca a 600 millones de consumidores.

Inversiones en infraestructuras

En este sentido, ha advertido de que América Latina debe "modernizar" su modelo económico, pues no puede aspirar a desarrollarse basándose solo en la exportación de materias primas. La región debe invertir en infraestructuras, innovación y tecnología, ha resaltado. 

Solo en materia de infraestructuras, se espera que América Latina invierta unos 150.000 millones de dólares anuales en los próximos años. Y las empresas españolas, ha añadido, están "en primera línea" de posicionamiento para participar en los programas de modernización en este ámbito que emprenda la región. 

Además de hablar de las maneras en que iberoamericanos pueden cooperar para afrontar juntos la crisis, los líderes también hablarán de asuntos como la cooperación entre instituciones tecnológicas, la competitividad de las pymes, la simplificación de los trámites para permitir la circulación de los jóvenes talentos por el espacio iberoamericano, o la seguridad jurídica, entre otros.